Sinopsis de RELATOS DE TERROR ESCRITOS POR MUJERES
En las épocas victoriana y eduardiana surgió un gran interés por lo sobrenatural por parte de escritores, y también escritoras, subrayando la vinculación ancestral entre la mujer y el territorio de lo mágico. Elisabeth Gaskell y Margaret Oliphant creían firmemente en la existencia de los espíritus, tal como se evidencia en sus relatos "El cuento de la vieja niñera" y "La puerta abierta", respectivamente. Amelia Edward destacó por la calidad de su prosa, como se refleja en el cuento titulado "La diligencia fantasma". Mary Elizabeth Braddon escribe "El abrazo frío", una joya del horror de exquisita originalidad. El relato que cierra este libro, "El papel pintado amarillo", de Charlotte Perkins Gilman le permitió escribir acerca de sus obsesiones y ansiedades. La edición se completa con las sutiles ilustraciones de Elena Ferrándiz, llenas de magia y fantasía.
Ficha técnica
Ilustrador: Elena Ferrándiz
Editorial: Akal
ISBN: 9788446057215
Idioma: Castellano
Número de páginas: 180
Encuadernación: Tapa dura
Fecha de lanzamiento: 08/09/2025
Año de edición: 2025
Plaza de edición: Tres Cantos
Alto: 23.0 cm
Ancho: 16.0 cm
Grueso: 1.9 cm
Peso: 550.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Elizabeth Gaskell y Mary Elizabeth Braddon
(Londres, 1810 – Holybourne, Hampshire, 1865) Es una de las escritoras victorianas más relevantes y queridas de Inglaterra. Huérfana de madre desde muy pequeña, se crió con su tía en Knutsford, una tranquila ciudad donde tuvo una infancia plácida y feliz. Con 22 años se casó con el ministro de la capilla unitaria de Cross Street, en Manchester, también escritor, con quien vivió en perfecta armonía. El traslado de toda la familia al norte de Inglaterra, mucho más industrializado, fue un choque muy fuerte para ella, que quiso retratar las precarias condiciones de vida de los trabajadores de las fábricas en algunas de sus obras, como Mary Barton y Norte y sur. Pero Las confesiones del señor Harrison (1851) forman parte de sus obras de tipo rural y humorístico, inspiradas en las anécdotas domésticas de su infancia a Knutsford, que desarrollaría posteriormente en la novela Cranford. Fue respetada y admirada por los críticos y por autores de su época como Dickens o Charlotte Brontë, de quién escribió una biografía imprescindible.