¿Qué pasaría si la mafia rusa se apropiara del dinero que el FMI destina a cooperación internacional? ¿Y si el principal sospechoso del robo apareciera muerto? Haría falta un agente capaz de navegar con igual facilidad por las procelosas aguas del crimen organizado y por los vericuetos de los libros de contabilidad. Eval Caïn, un joven y atractivo procurador de la Brigada Financiera, ayudado por su equipo de policías especializados, asumirá este reto.