Prólogo de Juan Manuel de Prada. En las páginas de La que llora, el afamado escritor católico Léon Bloy reflexiona sobre una de las apariciones marianas más enigmáticas y desconocidas de la historia de la Iglesia: la que tuvo lugar, ante dos humildes pastorcillos, a mediados del siglo XIX en la población alpina de La Salette. «Para Bloy, el discurso de La Salette es el suspiro más doloroso escuchado desde el Consummatum ; y su olvido por parte de los hombres de su generación, una prueba incontestable de que la Humanidad se ha internado en las tinieblas del Viernes Santo, donde la realidad aparente es el fracaso de Dios en la tierra, la inutilidad de la Redención . ¿De qué le ha valido a Dios –se pregunta nuestro autor—morir de forma tan espeluznante pa ...