SOLO TE HACE FALTA MORIR EN LA PLAZA

Liebestod - El olor a sangre no se me quita de los ojos - Juan Belmonte

Ediciones La Uña Rota - 9788418782039

Teatro Teatro contemporáneo español del XIX al XXI

Sinopsis de SOLO TE HACE FALTA MORIR EN LA PLAZA

Liebestod significa «muerte de amor». Aquí el aria final de Tristán e Isolda de Wagner se cruza con Juan Belmonte: «Se cruzan para darle voz a mi oscuridad y al origen de mis obras. Es la historia de mis raíces y la historia de mis abismos», dice Angélica Liddell. Forma parte de Historias del Teatro III, un proyecto de Milo Rau producido por el Teatro Nacional de Gante y estrenado en el festival de Aviñón. «Tenía que llegar Belmonte, vestido de verde, extático, lleno de la emoción curva del arco en tensión, para suprimir teóricamente la violenta luz del sol y la sombra». Federico García Lorca «Para ser perfecto solo te falta morir en el ruedo», Valle-Inclán a Juan Belmonte.  «Belmonte toma la alternativa, Stravinsky estrena con gran escándalo, en París, La Consagración de la primavera, Picasso investiga el cubismo sintético y Marcel Proust comienza a redactar A la búsqueda del tiempo perdido. Es el signo de los tiempos, que algunos artistas perciben de manera intuitiva». Andrés Amorós

Ficha técnica


Editorial: Ediciones la Uña Rota

ISBN: 9788418782039

Idioma: Castellano

Título original:
Solo te hace falta morir en la plaza
Número de páginas: 94
Tiempo de lectura:
2h 9m

Encuadernación: Tapa blanda

Fecha de lanzamiento: 01/07/2021

Año de edición: 2021

Plaza de edición: Segovia

Colección:
Microrroturas

Número: 3
Alto: 16.0 cm
Ancho: 11.5 cm
Peso: 90.0 gr

Especificaciones del producto



Escrito por Angélica Liddell


Escritora, directora teatral y actriz, la trayectoria de Angélica Liddell traza, desde principio de los años noventa, una curva de crecimiento sin parangón en la escena española. Sus obras oscilan entre el expresionismo desgarrador, la crítica social, la pureza y la búsqueda del significado a través del dolor y la subversión. Angélica Liddell es Premio Nacional de Literatura Dramática por La casa de la fuerza (La uÑa RoTa, 2011) y León de Plata de la Bienal de Venecia en 2013 «por su capacidad de transformar su poesía en un texto que agita el mundo». Nacida en Figueres en 1966, desde niña visita a sus abuelos en Santibáñez el Bajo (Cáceres), «todo lo aprendí viéndoles arar, pisar la uva, meter las manos en el fuego sin quemarse, en cuanto hacían, había una relación directa con las cosas que no he vuelto a experimentar». En 1988, mientras estudia Psicología en Madrid, «un tiempo perdido», escribe su primera obra, era malísima, pero todavía hoy sigo hablando del suicidio. Con su compañía Atra Bilis, fundada en 1993 junto a Sindo Puche, ha estrenado una veintena de creaciones con las que ha obtenido numerosos premios, como el Valle Inclán por «El año de Ricardo» y el de Dramaturgia Innovadora Casa de América por «La pasión anotada de Nubila Wahlheim», ambas editadas por Artezblai. Un crítico la ha calificado de «monstruo escénico y autora de la palabra», y otro la comparó con Artaud y Pasolini. Cuando cumplió 42 años, «ese día me sentí mal, asustada y jodida por el paso del tiempo», se apuntó por primera vez a un gimnasio, «entonces los detestaba, ahora me encantan… mi gimnasio está lleno de actores porno gays, alegres y guapos, que desean amar y ser amados, como todos nosotros, pero para mí es ese lugar donde me reventaba durante cuatro horas seguidas para soportar la ansiedad, para buscar alivio». Y ¿allí empezó «La casa de la fuerza»? «Sí, eran ejercicios de preparación para la soledad.» Entonces, años después, «cuando más hastiada estaba de todo aquello que me rodeaba, apareció China con su modo indescifrable de estar en el mundo. Al final, lo único que cuenta en nuestras vidas cuando cerramos la puerta de nuestra habitación es el mundo afectivo, sentirse amado o no… Cada vez le doy más oportunidad al azar, a lo inexplicable…». ¿Y qué nos cuentas de tu nueva trilogía, «Ciclo de las resurrecciones»? «Pues ahora, acabo de estrenar «Primera carta de san Pablo a los Corintios». Creo que es el inicio de una etapa relacionada con lo sagrado. Quiero devolver el sentido sagrado a aquello que lo cotidiano se ha empeñado en trivializar. Según estas inquietudes, espero montar una Lucrezia («You are my destiny», se titula) el año que viene. Es como si hubiera llegado al límite de algo, al límite de lo confesional, necesito ir al polo opuesto y, tal vez, llegar al silencio.» Sus textos han sido traducidos al inglés, francés, italiano, rumano, ruso, alemán, polaco y portugués.
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