En esta antología se reúnen los versos más sobresalientes e identificativos de Emilio Carrère.Para esta antología hemos utilizado la edición crítica de su Obra poética (1900-1940), que nosotros hemos compilado recientemente a partir de sus primeras ediciones, a la espera aún de una futura publicación que dé al lector, por vez primera, la primicia de un auténtico y cumplido panorama de su quehacer como poeta. De ella hemos tomado aquellos versos que nos parecían lo más sobresaliente, mejor dicho, lo más identificativo de Carrère; incluso hemos aprovechado las secciones de nuestro original inédito las cuales cumplen, creemos, con los ciclos más reveladores de toda su carrera.El ingenioso Carrère perteneció a aquella generación perdida de «La Novela corta», aquélla de López de Haro, de Tomás Borrás o de Hoyos y Vinent, de cuyas famosas tertulias del té, allá por 1905, fue un asiduo (también, en aquella casa de la calle Marqués de Riscal, coincidiría con la Pardo Bazán, con Manuel Machado y con Villaespesa). En definitiva, una generación de tranvías, de toreros y teatros, de medias tostadas, de cupletistas y de tertulias con veladores y de reservados de peluche rojo donde regalar a las queridas. Todo un submundo que él puso a disposición de sus lectores, quienes de inmediato se reconocieron en su tiempo ...
Ficha técnica
Editorial: Editorial Renacimiento
ISBN: 9788417550233
Idioma: Castellano
Número de páginas: 200
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 12/11/2018
Año de edición: 2018
Plaza de edición: Sevilla
Colección:
Antologías
Antologías
Número: 106
Alto: 17.0 cm
Ancho: 12.0 cm
Especificaciones del producto
Escrito por Emilio Carrère
El ingenioso Carrère perteneció a aquella generación perdida de «La Novela corta», aquélla de López de Haro, de Tomás Borrás o de Hoyos y Vinent, de cuyas famosas tertulias del té, allá por 1905, fue un asiduo (también, en aquella casa de la calle Marqués de Riscal, coincidiría con la Pardo Bazán, con Manuel Machado y con Villaespesa). En definitiva, una generación de tranvías, de toreros y teatros, de medias tostadas, de cupletistas y de tertulias con veladores y de reservados de peluche rojo donde regalar a las queridas. Todo un submundo que él puso a disposición de sus lectores, quienes de inmediato se reconocieron en su tiempo y pasaron a ser sus protagonistas. Soguillas, bigardos, sablistas, rameras, hampones, pícaros y comadres forman parte del tugurio poético y novelesco de la producción carreriana, tan en consonancia con aquel teatro español del XVII con atrezzos del XIX.