SUBTE

Corría aterrada por las vías, apenas podía controlar el bamboleo de su enorme vientre de ocho lunas de embarazo. Esto es lo primero que sabemos de Proc: que huye sobre los rieles de un viejo túnel y que está embarazada. La jauría estaba muy cerca; no sólo se oían sus gruñidos, sino también las pisadas contra las vías. Una abertura, sin luz. Tanteó con el pie: el vacío. Se sostuvo del costado para no caer. El tacto, el oído y el olfato son sus únicos aliados si de lo que se trata es de sobrevivir en la oscuridad. Y en el mundo de Proc, la mayor parte del tiempo se trata de eso: de sobrevivir. Cuando la supervivencia acapara toda nuestra atención, la frágil capa de civilización que nos protegía del horror se resquebraja.