Luigi Boscolo y Gianfranco Cecchin formaron parte -junto con Mara Selvini Palazzoli y Giuliana Prata- del originario grupo de Milán, cuyas investigaciones y modelo de terapia familiar ejercieron un profundo impacto en la práctica terapéutica.Influenciados por Gregory Bateson, sus primeros abordajes se inscriben en una cibernética de orden primero: el sistema como máquina homeostática. Las elaboraciones posteriores, que conceptualizan el trabajo en equipo y la inclusión de los sistemas terapéuticos en un sistema más amplio, constituyen una cibernética de orden segundo: la unidad de terapia contiene al observador y a lo observado; el problema no existe independientemente de los sistemas observadores que lo definen de manera recíproca y colectiva. Este libro particularmente bien logrado, que incluye la transcripción de sesiones familiares y diálogos y comentarios de los autores intercalados en el texto, expone con claridad y precisión la metodología de Milán, inspirada en el respeto de Bateson por la sabiduría de los sistemas para descubrir sus propias salidas superadoras.Lejos de ser un conjunto de procedimientos que debe transmitirse, el método de Milán lleva programada dentro de sí la capacidad de evolucionar hacia formas nuevas y diferentes.