TOPONIMIA DE NAVARRA TOMO VI: CUENCA DE PAMPLONA

Relacionando la toponimia de la Cendea de Itza con la del resto de Iruñerria constatamos que la euskérica se mantiene compacta hasta la segunda mitad del siglo XIX, sin que apenas se detecte el romance, a no ser incidentalmente en datos referenciales (afrontaciones) o en versiones de topónimos euskéricos debidas a los amanuenses (clérigos o laicos). José María Jimeno Jurío No descubrimos nada nuevo al decir que Jimeno Jurío era un muy buen escritor, pero la calidad de su trabajo no reside solo en su talento; la brillantez de sus libros tiene mucho que ver con una sólida formación y con la detallada preparación de su trabajo. Fue un gran historiador, que entendía mucho de arte, etnografía y folclore, y además de todo esto, conoció y amó apasionadamente la Navarra profunda de las gentes sencillas, y no olvidemos tampoco un componente fundamental: pasó muchas horas en los archivos buscando y recabando datos, trabajando sin descanso; los contenidos de sus libros provienen del esfuerzo previo, no se los inventó. Iñaki Camino Lertxundi Como es sabido, la onomástica no es el instrumento más afilado para proceder a la disección del habla de un determinado lugar, pero la mayor parte de las veces no estamos en condiciones de rechazar el conocimiento que de las características lingüísticas locales nos proporcionan los nombres. En esta hermosa obra de Jose Mari Jimeno Jurío encontramos el reflejo de dichas características y lo que nos queda ahora es estudiarlas e intentar compaginarlas con los resultados obtenidos en otros trabajos de investigación. Patxi Salaberri Zaratiegi