Comienza por un mitin político delPartido Monárquico Conservador, celebrado en el parador de la Arruzafa, yterminará -varias semanas después- en un macromítin multitudinario, esta vezdel Partido de Centro Democrático Español, en la madrileña Plaza de Colón.La estrella en ambos casos es el político Aurelio Ruz, pero su perfil ha variadomucho entre el primer mitin y el último. En Córdoba era sólo el hijo y delfín delpresidente del Gobierno; un presidente ya amenazado por un caso demalversación y cohecho que no tardará en descubrirse, cuyas consecuencias,probablemente, también arrastren al hijo. En cambio, semanas más tarde, Ruzha salido con bien de un -inexistente- secuestro a manos de un grupointegrista islámico, que han desbaratado un par de valientes policías, yrepresenta la promesa segura de un triunfo en las próximas elecciones.Comienza por un mitin político delPartido Monárquico Conservador, celebrado en el parador de la Arruzafa, yterminará -varias semanas después- en un macromítin multitudinario, esta vezdel Partido de Centro Democrático Español, en la madrileña Plaza de Colón.La estrella en ambos casos es el político Aurelio Ruz, pero su perfil ha variadomucho entre el primer mitin y el último. En Córdoba era sólo el hijo y delfín delpresidente del Gobierno; un presidente ya amenazado por un caso demalversación y cohecho que no tardará en descubrirse, cuyas consecuencias,probablemente, también arrastren al hijo. En cambio, semanas más tarde, Ruzha salido con bien de un -inexistente- secuestro a manos de un grupointegrista islámico, que han desbaratado un par de valientes policías, yrepresenta la promesa segura de un triunfo en las próximas elecciones.