Virgilio es, sin duda, el poeta que mejor ha cantado las virtudes del pueblo romano. Sus tres grandes obras poéticas, las Bucólicas, las Geórgicas y, sobre todo, la Eneida, son inigualables hitos artísticos, que nacieron en la época en la que empezaba a asentarse el poder imperial de Augusto. Pierre Grimal, que conocía como pocos la quintaesencia de la civilización romana, desgrana la vida y la obra del poeta de Mantua en este luminoso Virgilio o el segundo nacimiento de Roma, en el que, como es habitual en sus obras, hace gala de sus vastos conocimientos y de una sensibilidad didáctica que conecta con enorme facilidad con casi cualquier tipo de lector. Grimal escoge como centro de su estudio la figura de Virgilio no solo para ahondar en la génesis de las obras de uno de los mejores escritores de la literatura universal, sino también para reconocerlo como una de las voces que anunciaban el renacimiento de Roma impulsado por el emperador Augusto, tras el sangriento fin de la República, la muerte de César y las luchas posteriores por el poder.
Ficha técnica
Traductor: Francisco Hugo Bauzá
Editorial: Gredos
ISBN: 9788424921507
Idioma: Castellano
Número de páginas: 288
Tiempo de lectura:
6h 50m
Encuadernación: Tapa dura
Fecha de lanzamiento: 06/10/2011
Año de edición: 2011
Plaza de edición: Es
Colección:
Ensayos Gredos
Ensayos Gredos
Alto: 23.2 cm
Ancho: 15.5 cm
Peso: 600.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Pierre Grimal
PIERRE GRIMAL (París, 1912-1996) fue historiador y latinista. Formado como filólogo clásico en la Escuela Normal Superior de París y la Escuela Francesa de Roma, su labor docente se desarrolló en las universidades de Caen, Burdeos y la Sorbona. Traductor de autores clásicos como Tácito, Plauto, Terencio o Luciano de Samósata, y autor de biografías noveladas de algunos personajes romanos, contribuyó sobre todo a la difusión de la cultura grecolatina entre el gran público con obras como el Diccionario de mitología griega y romana, El imperio romano, Virgilio, Séneca o Cicerón. Miembro de la Académie des Inscriptions et Belles-Lettres, institución que llegó a presidir, su trayectoria fue reconocida con numerosas distinciones y reconocimientos que le convirtieron en uno de los de los más insignes especialistas franceses en el mundo clásico.