Este no es un libro de historia. Sin embargo la sucesión de hechos que se cuentan son verdaderos, e indudablemente tienen una gran importancia por sus implicaciones políticas, cuyas secuelas se hacen sentir hasta el dia de hoy, a pesar de que estos sucesos han ocurrido hace ya mas de sesenta años.Tampoco se trata de una novela historica. La trama central esto es, la suerte corrida por Adolf Hitler y su amante Eva Braun al final de la guerra es real, y no se han incorporado elementos ficticios, como ocurre en ese tipo de generos literarios cuando los vacios de informacion son llenados por narraciones que surgen de la imaginacion del autor.Si se tratara de un relato historico, sin lugar a dudas este libro seria mas sencillo. Se contarian los sucesos, con una linea de tiempo continua, con personajes ubicados en el momento y en el espacio adecuado. Los diversos acontecimientos se encadenarian con una sola logica, y el lector podria conocer y entender los diferentes hechos y la concatenacion de los mismos hasta el final. Pero este libro no tiene una trama lineal, ya que trata de diluicidar una gran farsa, presentada como verdadera, que permanecio oculta durante mas de medio siglo: hubo triquiñuelas, se dejaron pistas falsas, se crearon testimonios y, con varios ardides mas, se logro marear y confundir al mundo.En esta obra, con pruebas contundentes, se separa la paja del trigo, y entonces aparece una verdad que impresiona y conmociona.
Al terminar este libro sagaz y documentado, al lector le vendrá a la cabeza la refutación instantánea del famoso refrán. Porque Abel Basti revela aquí un entramado que surgió luego de la finalización de la Segunda Guerra Mundial, en el que los nazis que cruzaron el Atlantico fueron funcionales a los planes de los Estados Unidos, sosteniendo con conocimientos belicos, industriales y financieros el fantasma de una nueva gran contienda (la Guerra Fria, para el caso) que amenazara a la humanidad por un lado y generara ganancias siderales con la venta de armas, la industria quimica y el negocio del trafico de drogas. Basti ilumina una trama en la que, como no, aparece Adolf Hitler moviendose libremente por distintos paises de Sudamerica, pero tambien los grandes grupos del poder mundial, politicos que en teoria fueron los grandes heroes de la posguerra, y hasta las mas importantes casas reales europeas. Estos sucesos fueron posibles en un marco de impunidad pactado en la cuspide del poder internacional, una red que parece ficcion pero es muy real, y que dejara sin palabras a aquellos que recien ahora comiencen a descubrir como una confabulacion de semejantes caracteristicas fue articulada en secreto, para que nunca se supiera la verdad y para que siguieramos pensando que, bueno "muerto el perro se acabo la rabia".
Incluye un cuadernillo de fotos inéditas.El escritor argentino Abel Basti se ha dedicado treinta años a demostrar que Adolfo Hitler no se suicidó en el búnker en Berlín en abril de 1945, como cuenta la historia oficial, sino que, gracias a un sorprendente entramado de alianzas secretas entre una parte de los aliados vencedores y los jerarcas nazis vencidos, el Fuhrer logro escapar y exiliarse en Suramerica. Basti entrevisto a decenas de testigos que lo vieron e interactuaron con el en Argentina y Paraguay, los lugares donde permanecio durante mas tiempo hasta su muerte, y luego sus investigaciones lo llevaron hasta Bolivia, Peru y Colombia, donde tambien se reporto su presencia en la decada del cincuenta del siglo pasado, tal y como lo atestiguo un documento de la CIA.En Colombia encontro la pista que lo llevo hasta el santo grial de sus pesquisas: una foto en la que aparece Hitler en compañia de otro hombre, tomada en Tunja, Boyaca, en 1954. El misterioso personaje se llamaba Philip Citroen y fue un militar holandes con sobradas razones para retratarse al lado del dirigente aleman. En este nuevo libro Basti cuenta la sorprendente historia de Citroen, presenta la foto original que se tomo y los resultados del informe pericial al que la sometio, y revela otras dos imagenes de Hitler tomadas en Bolivia y Argentina despues de la Segunda Guerra Mundial.
La historia oficial dice que Adolfo Hitler se suicidó junto con su esposa, Eva Braun, el 30 de abril de 1945 en su búnker de Berlín, Alemania. El periodista y escritor argentino Abel Basti sostiene una teoria contraria. Segun el, el Fuhrer organizo un intrincado escape, con la anuencia de parte de los aliados, y se radico en Sudamerica.Durante veinte años, Basti ha seguido pistas, entrevistado testigos y reunido documentos que dan cuenta de la presencia del maximo jerarca nazi en Argentina, Paraguay y Brasil. Uno de los archivos que llego a sus manos, un informe desclasificado de la CIA, lo trajo hasta Colombia, donde un testigo aseguro que se reunio con Hitler en Tunja y para demostrarlo se tomo una foto con el. ¿Que podria estar haciendo el lider germano en la capital boyacense en 1954? En este libro el argentino responde esta pregunta y cuenta por que esta poblacion era el escenario perfecto en esa epoca para que se diera esta insolita visita. Basti abrio una caja de Pandora de la que salieron nazis refugiados, encuentros con Josef Mengele, submarinos hundidos en la costa Caribe, criminales de guerra y espias internacionales, y testimonios de personas que vieron a Hitler en Colombia.