Alberto de Frutos (Madrid, 1979) es escritor y periodista. Ha sido redactor jefe de la revista de divulgación histórica «Historia de Iberia Vieja», dirige la publicación trimestral «Turismo Rural» y colabora en «Historia y Vida» y «Muy Historia». Es autor de «Breve historia de la literatura española» (Nowtilus, 2016) y «La Segunda República española en 50 lugares» (Cydonia, 2019).
En Larousse Editorial, ha publicado «Historia a pie de calle» (2016) y, en coautoría con Eladio Romero, «30 paisajes de la Guerra Civil (2020), «En la escena del crimen: Dos siglos de crónica negra en España» (2022) y «30 paisajes de la historia de España» (2023).
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Como peces que se escurren en un riachuelo, así las historias que componen La soledad dejó de ser perfecta fluyen a lo largo de estas páginas, advirtiendo de su presencia a un pescador dormido. El pescador, Alberto de Frutos, abre los ojos y clava su caña en el agua de los recuerdos, de los propios y de los inventados, hasta bosquejar un bodegon de olores, sabores, sonidos, visiones y caricias, que, por obra y gracia de la literatura, se instalan otra vez en el presente, con la cautela de los presos repatriados. La infancia como territorio mitico, la madurez como duda insaciable y la vejez como acertijo descifrado son los paisajes por los que transita este melancolico.
La soledad dejó de ser perfecta es el segundo libro de relatos de Alberto de Frutos (ganador, entre otros, del concurso de relatos de viaje de El País-Aguilar). Los catorce relatos del libro giran en torno a la soledad, una soledad que aparece bajo diferentes formas, unas veces buscada y otras veces encontrada. A veces los personajes buscan la compañía y, otras, buscan compartir la soledad. Excepto el relato "Marilyn me desea en un pintalabios del hotel Rose Loomis", de corte fantástico (y algunos guiños también fantástico en otros momentos del libro), el resto de relatos se desenvuelven desde el realismo más cotidiano. Alberto de Frutos maneja como nadie el poder de evocación, mezclando una sencillez buscada con recursos estilísticos que colaboran a disfrutar de una literatura muy elaborada, fluida y de peso. La infancia como territorio mítico, la madurez como duda insaciable y la vejez como acertijo descifrado son los paisajes por los que transita este melancólico, que tan pronto se enamora de una locuaz Marilyn Monroe, rediviva en un pintalabios, como de una joven enterrada en un humilde cementerio florentino, como recuerda el amor a los trece años.
Esta España nuestra encierra miles de historias protagonizadas por gente como nosotros, lejos de los oropeles reales, de las declaraciones impostadas de los políticos, de la solemnidad de las grandes citas. Y en este libro hay una seleccion de esos recuerdos, de las pequeñas historias que acaban conformando, como las piezas de un enorme puzle, un recorrido sentimental por los ultimos cien años. La primera vez que pudieron votar las mujeres, el desgarro de un enfrentamiento entre paisanos, la tristeza del exilio, los tebeos de la posguerra, las privaciones en una dictadura, el guante de Gilda, el gol de Zarra, las carreras delante de los grises, el destape, los primeros exitos de la tele, los mejores Juegos Olimpicos de la Historia, el adios a la peseta, el gol de Iniesta... Es el relato de la Historia que vamos construyendo dia a dia, la cronica de la España que nos trajo el presente.
Tiempo de esperanza y tensiones, la Segunda República sigue siendo una de las etapas más controvertidas de la historia reciente de España. La Guerra Civil fue el trágico colofón de aquel ciclo de euforia y sobresaltos. La Segunda Republica española en 50 lugares nos invita a un viaje por los escenarios mas palpitantes de un ciclo en el que hubo tiempo para todo, para el debate y la violencia, para la fiesta y el luto, para la civilizacion y la barbarie.Su autor, Alberto de Frutos, ha visitado los pueblos, monumentos y edificios mas emblematicos ligados a ese periodo para reproducir los ecos de un pasado que sigue resonando en nuestro presente. Estas paginas son el mejor testimonio de que lahistoria de la Segunda Republica española sigue viva.
La poesía, como toda belleza, es desconcierto. Por eso tiene que comenzar el poemario situándonos en una lucha de contrarios. Sus cuatro partes principales recorren los pasillos del amor, la poesía, el tiempo y la muerte y lo trascendente. No obstante, los versos rebosan de unas partes a otras , pues de hecho no se pueden desligar entre si estos temas.