El beso es un acto instintivo en el que se juntan dos labios para expresar multitud de sentimientos. Besamos como andamos, sin necesidad de reflexionar en lo que hacemos, pues besar es algo consustancial al hombre y sus orígenes se confunden con los de la apariciónn de éste sobre la tierra. Pero también el beso es una cuestión compleja e incluso trascendental, ya que hay una muy extensa tipología de besos y las motivaciones del que besa son también diversas. Podemos hablar del beso materno, pero también del beso sagrado con su collar de besos precristianos, rituales, litúrgicos, místicos, iniciáticos, mágicos, linguales, sexuales, amorosos, pasionales y hasta, en lo último de la escala, besos de cura. Besos dulces y salvajes, besos cuyo motivo es el saborearse los amantes, besos alegres y febriles e incluso besos de traidor. ALEJANDRO ARRIBAS JIMENO, a través de un texto delicioso, traza la historia del beso y nos lo muestra como todo un programa para curarse, pactar, firmar alianzas, expresar reverencias y, en última instancia, como un instrumento para relacionarse con los otros.
Los alimentos de la naturaleza saben a leyendas, historias, rumores. Pertenecen desde siempre a la cultura del hombre que los ha descubierto, cultivado, saboreado y transformado. Sus sabores son algo más que un producto de la estética culinaria o del refinamiento de restaurantes a la moda: hay en ellos una personalidad que se ha ido formando según los avatares de la historia. Alejandro Arribas Jimeno, autor de EL LABERINTO DEL COMENSAL y BREVE HISTORIA DEL BESO, ambos publicados por Alianza Editorial, desvela estos sabores ocultos, sabores sabios, culturales, SABORES QUE SABEN, que les dan a los alimentos un aspecto típicamente humano. Por eso en este libro se hace una referencia más extensiva. Gracias a las historias y leyendas, hasta ahora casi siempre relegadas al olvido, de los alimentos que nos llegaron del Nuevo Mundo -el tomate, la patata, el cacao, los aguacates y otros- hemos podido saber a ciencia cierta cómo reaccionaron los hombres ante los alimentos que hasta entonces desconocían. La magia que destilan estos relatos nos conducen a un mayor conocimiento y respeto hacia unos alimentos que están siendo sustituidos por productos de laboratorio.