Cuento clave para el decadentismo ruso, tan importante para la literatura rusa que Salomé de Oscar Wilde es para la literatura inglesa, esta reinscripción de El Cantar de los Cantares es una obra vital del fin-de-siecle ruso. De una prosa barroca y refinada, Sulamita rompe con el naturalismo ruso decimononico y abre puertas hacia el simbolismo y el modernismo.
El duelo constituye una despiadada descripción de la existencia vacía e inútil en el ejercito ruso al finales del siglo diecinueve. Obra poderosamente autobiográfica, a la altura de Diario de un hombre superfluo de Iván Turguénev, El duelo narra las experiencias de Romáshov, un personaje "clásico" de la gran literatura rusa, incapaz de enfrentarse a las vicisitudes de un destino adverso. A caballo entre el realismo del siglo xix y el retrato psicológico del xx, El duelo es una novela que explora la experiencia, enteramente moderna, de un ser humano que sucumbe ante fuerzas monolíticas fuera de su control e incluso de su comprensión. Sin limitarse a escribir un panfleto sobre las duras condiciones en el ejercito ruso de la época pre-revolucionaria, Kuprín ofrece al lector el retrato fidedigno de un sistema a punto de hacerse pedazos.
Kuprin nos legó una de las novelas más realistas e impresionantes que se han escrito acerca de la prostitución. Acaso nadie en su Rusia natal, tierra de supremos maestros del género novelístico, atinó a ver y a interpretar todo el plural horror de las mancebías como hizo él.