América latina camina con un ancla atada al cuello, el ancla de las ideas. Carlos A. Montaner se refirió alguna vez a las ideas Zombis que deambulan insepultas por estas tierras, de entre ellas la que mas se destaca es la idea del Populismo Revolucionario.Los ejemplos de este populismo vienen del pasado y lamentablemente abundan. Lo mas grave de su proliferacion es que ellas persisten en nuestras fragiles democracias, mutilando el crecimiento, la gobernabilidad y la estabilidad; con una proyeccion hacia el futuro que obliga a que se les preste la debida atencion.El proyecto politico al que apuntan es el de una democracia denotada, hueca, donde la division de poderes y la independencia del poder judicial se pierden entre los gritos de una multitud, airada y violenta, que ve sus expectativas insatisfechas y reclama promesas incumplidas.Vemos por delante un futuro plagado de sombras, violencia y desesperanza.En estas paginas invitamos al lector a adentrarse en la evolucion del viejo populismo caudillista de Latinoamerica y su transmutacion en el Nuevo Populismo Revolucionario que, tal como aquel, se nutre de caudillos fuertes, instituciones debiles, corrupcion, clientelismo y voto cautivo.La endemica fragilidad institucional que sufren los paises que caminan por la senda populista los sumerge, sin duda, en un subdesarrollo lacerante que refleja lo que no pudo ser, e impide que seamos lo que merecemos ser.