Ángel del Río López

Madrid siempre ha sido una atracción histórica, cultural y literaria, pero al mismo tiempo, el oscuro objeto del deseo de quienes han intentado desfigurar la historia importante y la más menuda. Eso nos ha dejado una estela de mentiras, bulos, topicos, verdades a medias y medias mentiras, donde han coincidido oscuros intereses, agravios partidistas y, sobre todo, la imaginacion del pueblo para crear falsos argumentos, distorsionar la verdad de las cosas y mitificar aspectos de la vida cotidiana. Madrid ha lleva sobre la espalda de la cronica que se escribe dia a dia, hechos que jamas ocurrieron, pero que adquirieron naturaleza propia; imaginacion desbordada por la transmision del boca a boca de habladurias y de una imaginacion sin limites; fantasias populares que llegaron a tener verosimilitud asumida, aunque no contrastada; bulos, muchos de ellos dañinos para las imagen de la Villa, que se han tomado como reales; mentiras, que repetidas mil veces, se convierten en creencias indiscutibles; verdades a medias, que son las mentiras mas lacerantes, toda una historia que se aborda a lo largo de las paginas de este libro, como una especie de desagravio a la identidad pasada y presente de esta ciudad; una manera de quitar el velo al chismorreo de cualquier epoca.

Madrid es una ciudad de contrastes y contradicciones. Su vasta y rica historia, está hecha de aciertos y desaciertos, de errores forzados o involuntarios, algunos de los cuales han podido cambiar el curso de su desarrollo urbano y cultural. En las paginas de este libro podemos encontrar errores, disparates, decisiones interesadas y lo que pudo haber sido y no fue. Comienza la andadura por un serie de decisiones historicas muy controvertidas, para seguir por la perdida irreparable de buena parte del patrimonio historico-artistico, por culpa de la desidia, la especulacion, o de una idea equivocada sobre la modernizacion de la ciudad.En la ordenacion urbanistica de Madrid, se cometieron autenticos desaguisados, algunos de ellos, irreversibles; operaciones urbanisticas que fueron desastrosas; ambiciosos proyectos que no se llegaron a realizar nunca y otros que se hicieron, aun sabiendo que estaban destinados a desaparecer a corto o medio plazo; monumentos cambiados de lugar o desaparecidos; decisiones administrativas y politicas que lesionaron a terceras personas, incluso el error de no haber inaugurado nunca de forma oficial, obras emblematicas, como el monumento a Colon y el Arco de la Victoria, en Moncloa.Por las paginas de este libro vamos a realizar un recurrido curioso, y en ocasiones doloso, sobre la hist...

Los viejos cafés del romanticismo fueron durante el siglo XIX y la mitad del XX, reunión de políticos, revolucionarios, intelectuales, poetas, literatos, artistas, empresarios, noctivagos, pierdetempistas, conspiradores y aristócratas. También la clase popular fue espectadora de tertulias encendidas, discusiones subidas de tono o debates sesudos que se oreaban al humo de una taza de café. En estos viejos escenarios, sobre una mesa de mármol o un diván de terciopelo ajado, nacieron discursos incendiarios, proclamas con olor a sangre, obras importantes de nuestra literatura, artículos para la discordia, peleas entre escritores, retos a duelo, citas de amores clandestinos. Los viejos cafés eran un microcosmos donde todo giraba en torno a las tertulias y a los tertulianos. De la mano del autor, hacemos un recorrido nostálgico, íntimo, ameno y detallado por aquellos románticos cafés que fueron desapareciendo a medida que el progreso sacaba los veladores y la tertulia a la calle, y el reloj del hombre del siglo XX no concedía espacio para la charla reposada, para hablar y discutir sobre una mesa cuyo mármol blanco estaba salpicado por máculas de café. Recuperemos el tiempo y el ambiente de aquellos locales, que es recuperar parte de la historia de Madrid.

Nace este libro con la vocación de rescatar el viejo tesoro del casticismo madrileño, que viajaba por el tiempo a bordo de un galeón hundido por la tempestad del desarrollismo, de la dinámica desbordante de ese poblachón manchego que apostó por ser metrópoli. El Libro del Casticismo Madrileño en un compendio de lo que se fue y de lo que permanece, un aproximación al lenguaje popular, a la forma de hablar de los madrileños, que sobrepasa la jerga utilizada por Arniches, Ramón de la Cruz o Ramón Gómez de la Serna. El autor ha recuperado el nervio del casticismo más trasnochado, del popular y hasta del prosaico. Ha reunido en el capítulo correspondiente al diccionario de palabras castizas, un millar de términos, expresiones y voces del argot madrileño. Recopiladas gracias a lo que nos dejaron los clásicos del madrileñismo, pero sobre todo, a los testimonios de los madrileñistas vivos. En este libro hay un lugar para los refranes, coplas y dichos más castizos; una galería dedicada a los madrileños más fetén y a los castizos se adopción; un espacio abierto para recorrer los monumentos al casticismo repartidos por toda la ciudad, y varias rutas íntimas, algunas inéditas, para descubrir el Madrid más castizo. En las páginas de este libro encontrará el pollo-pera, el baranda, el batú, el congrio, el manolo, la contraria, el chispero, el gomoso, la ja, el melindre y la costilla un buen motivo para, en fraternal cuchipanda, ir de bureo por el foro, con los acais bien abiertos, sin achares de otros tiempos, recibiendo las hembras el artículo de chulos cubiertos por la pañosa, para encontrar la bacalá de la aucha y gastarse unos cuantos barés en la compra de este libro retrechero, más castizo que la calle de Alcalá.

Los últimos cuatrocientos años de la historia de Madrid, han pasado por la plaza Mayor. Empezó a perder protagonismo como lugar de cita, de paso, cuando, a mediados del siglo XIX, la Puerta del Sol se convirtio en encrucijada de caminos y escenario del mayor transito de la Villa.Aun asi, la plaza Mayor sigue manteniendo vivo el espiritu de lugar de encuentro, de regazo del pasado mas esplendido y del sombrio tambien. Desde que Felipe III ordenara su construccion, sobre el espacio de lo que fuera plaza del Arrabal, ha sido testigo de acontecimientos historicos y sociales. No ha habido lugar en la Villa y Corte mas protagonista de la vida ciudadana que la plaza Mayor, cuyo recorrido hacemos a traves de las paginas de este libro, desde su construccion hasta los nuevos proyectos que se tienen para la misma. Este enclave de Madrid cumple cuatrocientos años, en una superficie de 129 metros de largo por 94 de ancho, en los que caben cuatro siglos de historia grande y menuda.