El libro se compone de cuatro ensayos, independientes entre sí, pero vertebrados por dos ideas: la presencia esencial de la tradición jurídica romano-canónica en el Derecho Civil; y la intrínseca politicidad del mismo en relacion con el entorno constitucional a partir de la modernidad. Un topico, por fortuna progresivamente en desuso, ha negado aquella politicidad, precisamente por la gran persistencia historica de la tradicion civilistica, presentando las instituciones del Derecho de los particulares como dotadas de un fundamento aprioristico, es decir metahistorico. No obstante, la deriva historica del Derecho Civil arroja rupturas de considerable calado, aunque ello no obsta para la existencia de elementos de fuerte continuidad derivados del ius commune, que permiten en muchos casos, señaladamente en el Derecho general de las obligaciones, un dibujo general que trasciende incluso a las variantes nacionales. Esta continuidad, no permite, empero, ver en el tiempo las instituciones civiles desligandolas de su lugar o su momento. En especial, esa necesidad de ligarlas con el momento, al dia de hoy nos hacer ver lo imprescindible de su conexion con la historia constitucional y la globalizacion del trafico economico. Estas ideas se intentan exponer, en sus lineas mas esenciales,