Cuentan las crónicas que el rojo escarlata de la sangre prendía el cielo en el invierno del año de gracia de 1476 cuando Vlad Draculea, voivoda de Valaquia, murió en el fragor de la batalla decapitado por la espalda a manos de Basarab Laiota, quien fuera por aquella epoca su contrincante por el trono. Varias son las fuentes que coinciden en que los restos mortales del caudillo diablo fueron enterrados en el convento insular de Snagov, cerca de Bucarest actual capital de Rumania, como habia sido el deseo del voivoda en vida, mientras que su cabeza corria distinta suerte al ser ensartada en una estaca, conservada en miel y enviada al vanidoso sultan Mehmed II como prueba de muerte y en señal de respeto. No obstante, lo cierto y seguro es que el cadaver de Vlad Draculea, conocido comunmente como Vlad el Empalador, jamas ha sido hallado.En efecto, mito y realidad compiten en su malevola seduccion. ¿Fue Vlad Draculea un psicopata sanguinario o uno de los mejores estrategas militares que ha dado la civilizacion? ¿Fue un tirano obsesionado con el poder o, tal vez, un heroe entregado a la independencia de su pais? ¿Fue un hombre sobrio y adoctrinado o, por contra, un espiritu libre que tuvo el valor y la conviccion de poner en peligro su vida cuantas veces fuese necesario a golpe de estaca y espada a cambio de un mundo repleto de accion, emocion y aventuras? Por otro lado, desde el extremo opuesto del espectro interpretativo, ¿hasta que punto tuvo el escritor irlandes Abraham Stoker un conocimiento certero y riguroso de las andanzas de tan inigualable personaje? ¿Que le atrajo exactamente de el? ¿Que admiro secretamente?La solucion al enigma es la combinacion perfecta de luz y tinieblas. Pero una sola es la realidad que permanece: la que resurge, doblemente sobrenatural y contundente. A fin de cuentas, para arrastrarnos al misterio, al embrujo, a las entrañas de un personaje con pedigri, unico en su especie. Un hombre con nombre de diablo:Dracula