Una práctica e iluminadora introducción al pensamiento de Heidegger, de la mano de uno de los mayores especialistas en el filósofo alemán. Hoy en día son muchos los motivos que gravan la tarea de aproximarse a la figura de Heidegger: una obra todavia en curso de publicacion 40 años despues de su muerte; una extendida controversia sobre su posicionamiento politico; un desacuerdo general sobre el propio sentido y el alcance de su filosofia o su relevancia en la historia del pensamiento... Sin embargo, la obra de Heidegger conecta con la de sus predecesores en un sentido imposible de atribuir a otro filosofo del siglo XX, porque en ella se convoca a toda la historia de la filosofia. En el presente estudio se renuncia de manera expresa a una exposicion enciclopedica y se opta, en cambio, por un enfoque que reproduzca el problema de fondo que recorre todo el trayecto de Heidegger, aunque para ello deba prescindir de una presentacion cronologica. En su lugar, se plantea un paseo por el problema del ser a partir de sus significantes decisivos: el del propio ser, el sentido, la existencia y la muerte, el tiempo y la nada, la verdad y el arte, la metafisica y la historia, la tecnica, el lenguaje? Arturo Leyte, especialista en Heiddeger, parte del supuesto de que el filosofo solo se planteo una cuestion, que el mismo configuro y desfiguro de tal manera que la propia forma de reflejarla y expresarla acabo convirtiendose a su vez en contenido decisivo de su pensamiento. Tal vez esto tenga que ver con lo que dijo Hannah Arendt sobre sus clases: Heidegger nunca piensa sobre algo: el piensa algo, incluso cuando se trata de Aristoteles, de Kant o de Nietzsche.
¿Se puede representar el terror? Pero, ¿y si el terror surgiera precisamente de la propia reiteración de la representación, aquella a la que se reduce modernamente la subjetividad? En tal caso, el terror y la subjetividad constituirian las dos caras de un mismo fenomeno que transforma a su vez el arte: de la presencia singular de la cosa que ha de ser recogida en una mirada a la repeticion infinita de la mirada que ya nopuede captarse mas que a si misma.
Este ensayo constituye un intento por interpretar la filosofía de Schelling como unidad, desterrando la presentación escolar habitual de un Schelling fragmentado en etapas sucesivas y desvinculadas. Para ello aprovecha precisamente la división interna de una filosofía que se formuló dualmente, como filosofía 'negativa' y ' positiva'm y trazó de este modo la figura completa del idealismo como última estación de la historia de la filosofía. Un idealismo que conduce al límite de la propuesta filosófica griega y moderna descubriendo la constitución temporal del logos y de la razón. Revelar el origen y el final de esa razón como naturaleza y como espíritu respectivamente definió la tarea filosófica de un Schelling profundamente idealista que ha reconocido que fuera de la razón no hay nada, pero que lo racional y tranparente sólo es una margen, una época, solidaria de otra margen, otra época fundamental y oscura, que la soporta. A la postre, el devenir de la obra de Schelling desde una 'filosofía negativa' a una 'filosofía positiva' reescribe el devenir de una razón lógica a una razón histórica, pero fundamentalmente presiente que el verdadero trayecto de la razón según épocas es el que escribe libremente desde el pasado al futuro. La razón absoluta surge así de la lucha permanente entre el pasado natural y mitológico y el futuro espiritual e histórico, a partir de la coexistencia de dos epochés que se enfrentan, y a la vez buscan, quizás imposiblemente, reconciliarse en un solo tiempo, en una 'historia superior'.