Nació en 980, en Afsana, villa cercana a Bujara (Turquestán). Desde niño manifestó sus extraordinarias dotes intelectuales, que empleó en el estudio del Corán, derecho, lógica, geometría, ciencias religiosas, astronomía, filosofía y medicina. Debió mucho a la cultura griega, por medio de Porfirio, Euclides, Ptolomeo, Galeno, Alejandro de Afrodisia y sobre todo de Aristóteles. Antes de los 20 años ya era un consumado experto en medicina. Fue favorito y visir del emir Mayd al-Dawla, a cuya muerte cayó en prisión. Escapado de ésta se acogió al emir de Ispahan (Isfahan), ´Ala\' al-Dawla, que le nombró su ministro. Padeció durante casi toda su vida de una grave disenteria crónica; esta enfermedad le trajo la muerte cuando viajaba con su emir de Ispahan a Hamadan, en el año 1037.
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Desde que, traducida al latín a mediados del siglo XII, suscitó el interés de los filósofos medievales, la obra de Avicena no ha cesado de ser estudiada en Occidente. Principalmente su llamada Metafísica, es decir, la cuarta seccion de la enciclopedia intitulada La curacion, seccion a la que el dio sin embargo el titulo de Cuestiones divinas. Pero son aun muchos los problemas que el pensamiento de Avicena plantea a la reflexion filosofica. Y quiza el principal de todos ellos consista en comprender las causas de la desigual recepcion que le dispensaron los propios pensadores musulmanes: del cuestionamiento sunnita de sus premisas y objetivos a su prolongacion en clave iluminativa, fenomenos, ambos, no siempre debidamente valorados por los historiadores occidentales de la filosofia islamica. Tres son por lo demas las traducciones integras de las Ilahiyyat en lenguas europeas que han visto la luz durante los ultimos cien años: la de M. Horten al aleman (1907), la de G.C. Anawati al frances (1978-1985) y la de O. Lizzini al italiano (2002). Mientras que M. Cruz Hernandez edito en 1950 una muy amplia Antologia en castellano. La presente Seleccion de Textos, basada en tales aportaciones pero tambien en la lectura del texto arabe original editado por M.Y. Musa, S. Dunya y S. Zayid en 1960, recoge pasajes pertenecientes a los libros I, VI, VIII, IX y X de las Ilahiyyat, en los cuales Avicena expone los fundamentos de su teologia, de la que, desde hace cincuenta y cinco años, apenas nadie habia vuelto a ocuparse monograficamente en nuestro pais.
3ª ed. Avicena es el autor de una gigantesca enciclopedia filosófica titulada al-Sifa, de muchas otras obras filosóficas, auténticos manuales (al-Nayat, al-Hudud, Danis, Isarat, etc.) y de numerosos estudios sobre temas concretos: tambien lo fue de escritos simbolicos, expuestos en forma esoterica. En este volumen se recogen dos de estos tratados, las risalas de Hayy b.Yaqzan y del Tayr, una casida sobre el alma y los dos capitulos sobre las cosas espirituales y extrañas de los Isarat, asi como el resumen que da el Tusl de la perdida Risala Salaman wa-Absal.Al lado de la sistematizacion peripatetica de sus grandes enciclopedias y de los manuales avicenianos, en los escritos aqui recogidos aparece la otra cara del gran pensador irani: la busqueda de un sentido del destino del hombre, cual es la condicion fundamental del ser humano, de donde venimos y adonde vamos, que hay mas alla del discurso estrictamente racional. Como luego dira Unamuno, lo importante es no morirse del todo, sin lo cual el destino humano careceria de sentido. Como la explicacion no es sencilla ni asequible a todos y puede resultar conflictiva, Avicena ha elegido el estilo esoterico y ha buscado relatos simbolicos y visionarios, como los que relatan el anciano sabio Hayy b.Yaqzan o el Tayr, el pajaro del espiritu.