Pocas veces reparamos en que detrás de una situación cotidiana se esconde una idea matemática. En este divertido libro, el autor nos ofrece un conjunto de acertijos aritméticos y geométricos con los que nos encontramos a diario y que se pueden resolver con la simple ayuda de un lapiz y un papel. Triviales y dificiles, pero no imposibles, estos enigmas no solo serviran para deleitar a quienes se atrevan a resolverlos, sino tambien para disfrutar, de manera facil y recreativa, de una ciencia tan compleja como la matematica.
En este segundo tomo de divertimentos matemáticos Bernardo Recamán ha reunido otros cuarenta acertijos de diversa índole pero, como los del primer tomo, Las nueve cifras y el cambiante cero, todos son de caracter elemental. Lo que todos tienen en comun es que son desafios divertidos, impregnados de una belleza y elegancia peculiares que muchos sabran reconocer. El autor tiene la esperanza de que sirvan para que quienes ya disfrutan de la matematica tengan nuevos motivos para divertirse, y que quienes le tienen temor quiza se reconcilien con ella.