Bru Rovira (Barcelona,1955). Periodista. Trabajó en los diarios Tele eXprés, Noticiero Universal y Avui, antes de entrar a la redacción de La Vanguardia, donde estuvo durante veinticinco años. Ha viajado por medio mundo para vivir y escribir sobre los cambios ocurridos al final de la guerra fría y los nuevos escenarios de la globalización. Tiene varios libros publicados, entre los que destacan Áfricas y Maternidades. En el año 2002 recibió el Premio de Periodismo Miguel Gil en su primera edición y el Ortega y Gasset en el 2004.
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Maternidades es el título de la serie de fotografías que Bru Rovira ha venido realizando desde el año 2001 en distintos continentes. Se trata de instantáneas de madres e hijos cuyas historias personales alcanzan una dureza inimaginable para nosotros, que son victimas de la marginacion o de la pobreza. Genocidio. Violencia. Carcel. Soledad. Enfermedad. En todas ellas hay algo que se nos escapa y nos emociona. A veces solo los niños son capaces de expresar la esencia de las cosas. Para bien. Y para mal. Aqui y en cualquier otra parte del mundo.
Maternidades es el título de la serie de fotografías que Bru Rovira ha venido realizando desde el año 2001 en distintos continentes. Se trata de instantáneas de madres e hijos cuyas historias personales alcanzan una dureza inimaginable para nosotros, que son víctimas de la marginación o de la pobreza. Genocidio. Violencia. Cárcel. Soledad. Enfermedad. En todas ellas hay algo que se nos escapa y nos emociona.Maternidades nació como un pequeño punto de luz, un fogonazo de esperanza a nuestra mirada cansada, un pequeño guiño que reclama nuestra atención, que sobresale entre los negativos fotográficos de tantas imágenes horribles.Maternidades ha viajado por diferentes escuelas de Cataluña y los niños de aquí empezaron a convivir con esos otros niños llegados de mundos tan alejados del suyo y tan cercanos al mismo tiempo, enriqueciéndose con lo que les sugería y sorprendiéndonos a todos –a los maestros, a las familias- por los sentimientos y el interés que provocaban, por las historias que los niños eran capaces de evocar o inventar.A veces sólo los niños son capaces de expresar la esencia de las cosas. Para bien. Y para mal. Aquí y en cualquier otra parte del mundo.