A este detective burgalés no le falta ingenio, ni carácter, ni habilidad, ni mala suerte; no le faltan experiencias y vicios inconfesables. No le falta amor en esta ciudad dibujada a su medida, por la que transita incansable, recorriendo sus bajos fondos, trasfondos y tugurios, interrogando a los personajes que la habitan hasta extraer secretos que luego guardara en su escritorio pintado de negro. No le falta humor sardonico, ironia y desparpajo. No le faltan casos que resolver. Historias, en fin. Vida, en fin. Pasion capaz de dar aliento a esos dos seres enamorados que caminan en un templado atardecer por la calle Lain Calvo, mientras la luz crepuscular lame y asciende las agujas goticas, y se dirigen, absortos en su intimidad, hacia un escondido lugar en el mundo de la imaginacion. Montserrat Diaz Miguel
“El Caminante” es un nuevo paso –importante– en la larga, meditada y sugerente obra literaria de Carlos de la Sierra. A través de los ojos inquietos, sensibles y receptivos del protagonista podremos
¿Quién es Olegario de Nicodemus a quien la reina Isabel, la Católica, en muestra de gratitud, concedió el honor de ser el primer cristiano que pisara las calles de Granada liberada, y que más tarde se embarco a las Indias con Colon en el primero y en otros viajes de conquista, y alli se quedo a disfrutar de la Indias? Carlos de la Sierra ha creado a tan extraordinario personaje y en esta novela nos narra, en primera persona, sus memorias. Son muchas las vicisitudes del destino por las que Olegario debera transitar y todas nos seran narradas con pluma llena de humor, libertad, desenfado y buen hacer literario. La originalidad de esta novela se encuentra en la mezcla de generos que singularmente logra: Olegario de Nicodemus es un crisol donde se funden la novela historica, la novela picaresca, la novela de caballerias y de aventuras, y todo ello con sabios añadidos de humor, satira e ironia. No esta exenta la prosa de Carlos de la Sierra de poesia sobre todo en las descripciones del paisaje castellano, y sin embargo son notables los trazos realistas en la descripcion de los personajes. Conseguir todo esto no es posible si no se posee un domino del lenguaje y un estilo propio; en esta novela Carlos de la Sierra se reencuentra con su estilo popular, imaginativo y lleno de humor; con mirada critica hacia el poder y llena de piedad con el sufrimiento de los menesterosos. Todo ello no empece para que el fantastico periodo historico de las dos ultimas decadas del siglo XV y la primera del s. XVI en Castilla se encuentre perfectamente reflejado en estas lineas con un trabajo de rigor historico encomiable.
Aspiro profundamente, se relaja mi cuerpo: acecha un sueño. Esta obra es la tercera de una trilogía compuesta por Celestial y por Terminal. No es In memoriam una fábula ni una novela al uso. El autor nos relata las consecuencias de nuestro comportamiento individual y colectivo a traves del tiempo y del espacio: In memoriam de los cisnes hermosos, de los mimbres de los cestos de pan, de las varas delos carros de trigo, de los adobes mansos, solidos, de las parvas y de los trillos, de las eras y de las tenadas que protegen los rebaños
Terminal es un canto de desesperanza y amor, amor desesperado. Es un estallido de imágenes que se agolpan en la mente del autor y pugnan por salir a la superficie tal cual son: primitivas, llanas, pateticas, con un lenguaje vivo, directo, conciso. Frases cortas, metaforas de mil interpretaciones que podran producirnos desde concordancia emotiva hasta odio visceral, pero en ningun caso indiferencia. Terminal es una verdad, excesivamente flagrante a veces, para aceptarla con toda su crudeza; maravillosa y oscuramente subjetiva otras, para que nuestra ira no nos haga estallar. Terminal es color, todo el color, los sentimientos del color, el color que impregna la carne, las visceras, nuestra mente suda color Terminal es tambien la negacion del color, la ausencia de toda luz, la vida y la muerte. Terminal es comunion, no con santos, heroes o muertos, sino con el ser, con los oprimidos por botas ajenas o propias, con la naturaleza olvidada y con la libertad.