HUÉSPEDES. Lo sentimos, no hay puerta de atrás. Si quiere usted saber lo que ocurre en esta singular pensión, mejor de la vuelta y entre por el prólogo. Sea usted bienvenida, bienvenido, y buen viaje
Amador, hijo adoptivo del mundo, posee el don de percibir la esencia de la gente. Siguiendo sus andanzas en una aldea al borde de la nada, se va componiendo una crónica a base de extrañezas y aconteceres projimos y extraños, igual que se teje un juego de espejos desvaidos por el uso. y asi, como un hechicero de almas, nos muestra la magia atrapada en el corazon de cada aldeano, dejando suspendidas en el perchero del tiempo.