Especialista en psicomotricidad, la autora aprovecha su doble experiencia con los bebés y sus padres, y con niños y adultos psicóticos, para desentrañar los puntos esenciales que hacen de la actividad acuatica una mediacion corporal beneficiosa en la simbolizacion, que se abre a la capacidad para jugar utilizando el cuerpo como mediador y apuesta relacional entre dos psiques y entre la psique y el mundo. Mas que sintesis teorica, esta obra es testimonio de un camino personal y profesional donde, en el contacto con el agua, no se prima la pedagogia ni la adaptacion, sino la apropiacion del propio cuerpo.