Sobre Miguel Server escribió Menéndez Pelayo en 1911 que "había perdido el juicio en materias de teología". Es posible que ahora, transcurridos cien años de ese juicio sumarísimo, se pueda abordar el pensamiento de Server con mayor ecuanimidad. Tradicionalmente presentado como hereje (tanto para atacarlo como para defenderlo) más conocido como descubridor de la circulación pulmonar de la sangre o por su muerte en la hoguera de Ginebra a manos de Calvino que por sus escritos, el V Centenario del nacimiento de Miguel Server (1511-2011) es un buen momento para proponer una nueva lectura de su obra teológica que restablezca su pensamiento original
Cómo salí del armariono es una biografía en el pleno sentido de la palabra. Aunque conteniendo aspectos biográficos, absolutamente necesarios en este tipo de obra, el principal contenido de la misma es la descripción de un recorrido que ha hecho el autor hasta reconocerse y aceptar tu inclinación sexual. El libro huye de todo morbo y pretensión de escándalo. En tono de confesión y apertura al lector, el autor va describiendo las etapas por las que ha tenido que pasar hasta que ha llegado a la conclusión de que el sacerdocio y lo que él desea para su vida son incompatibles.
De Santayana se ha dicho que carece de sistema y que se contradice escandalosamente. Un análisis atento del conjunto de su obra filosófica arroja sin embargo otro resultado. Ciertamente, no es fácil de clasificar un pensador materialista platonico, nihilista ironico, ateo espiritual y conservador sin compromiso politico, pero, si se respeta su lenguaje algo imprescindible para interpretar desde dentro cualquier pensamiento, el paisaje se aclara y deja ver un Santayana sorprendente y poco frecuentado. Siempre atento a las modas filosoficas y cientificas de finales del siglo xix y primera mitad del siglo xx, Santayana, ante los excesos del tardorromanticismo y la barbarie que veia avecinarse, busco en los griegos la cordura suficiente para afrontar con coraje la desintegracion de la Modernidad. Su voz sono con fuerza en el Harvard de sus años de poeta y profesor, y alcanzo renombre internacional en los dificiles años de la segunda guerra mundial. Su mensaje, con todo, no fue bien recibido entonces. Quiza ahora sea mejor momento para un filosofo que consideraba que lo abierto es tambien una forma de arquitectura o que el puritanismo no tiene nada que ver con la pureza. A modo de testamento espiritual, dejo escrito: Cuanto mas me limpio a mi mismo de mi mismo, mejor ilumino ese algo en mi que es mas mi mismo de lo que soy yo: el espiritu.