Un hombre se sienta cada día durante un año en la misma piedra del mismo bosque, a veces bien abrigado contra el frío y la lluvia, otras a pleno sol, a veces sin que pase nada, otras asistiendo a acontecimientos increibles, y lo narra en un libro. Un año oyendo cantar a los pajaros, viendo caer y nacer las hojas, siguiendo el trayecto de las hormigas, oyendo al fondo el ruido de la carretera o de una motosierra. En un metro de bosque esta el mundo entero, y en el empieza y termina este libro que, crealo o no, apasiona al lector como la mejor de las novelas y le descubre una realidad insospechada como el mejor de los ensayos. Finalista del premio Pulitzer de no ficcion
Un hombre se sienta cada día durante un año en la misma piedra del mismo bosque, a veces bien abrigado contra el frío y la lluvia, otras a pleno sol, a veces sin que pase nada, otras asistiendo a acontecimientos increibles, y lo narra en un libro. Un año oyendo cantar a los pajaros, viendo caer y nacer las hojas, siguiendo el trayecto de las hormigas, oyendo al fondo el ruido de la carretera o de una motosierra. En un metro de bosque esta el mundo entero, y en el empieza y termina este libro que, crealo o no, apasiona al lector como la mejor de las novelas y le descubre una realidad insospechada como el mejor de los ensayos.
En el mundo de la tecnología y lo macro, un relato natural de lo microFinalista del premio Pulitzer de no ficción.La oruga que se desliza lentamente sobre una hoja, la flor que lucha por un rayo de sol, el pajaro que busca algo jugoso que llevar al nido¿Podemos ver todo el bosque a traves de una pequeña ventana de hojas, piedras y agua? Un metro cuadrado de bosque es todo lo que se necesita para apreciar la complejidad de nuestro planeta: las pequeñas dependencias, las numerosas interrelaciones, y el delicado equilibrio son los mismos; solo cambia la escala.Es un diario intimo y es un libro de divulgacion cientifica. Tiene algo de guia espiritual, sin rastro de vaguedades misticas y de guia practica para salir al campo, para fijarse en todas y cada una de las cosas que habitualmente uno no ve, ni escucha, ni imagina.Antonio Muñoz Molina, BabeliaEl Pais
Los árboles están llenos de música. El viento silba, los insectos zumban, el hielo hace crujir la madera, la gente charla a su alrededor. Otros sonidos nos resultan imperceptibles: la savia circulando por su interior, el balanceo de las ramas y las vibrac
Un libro de viajes, científico y lírico, a lo largo de doce árboles que definen nuestro mundo.
Un pino blanco japonés que sobrevivió al bombardeo atómico de Hiroshima. Un ceibo gigante, en cuya coron