Filósofa y médica autodidacta en pleno siglo XVI, fue ignorada durante mucho tiempo. Hoy es considerada, junto con su padre el bachiller Sabuco, una de las joyas de nuestro Siglo de Oro. Con su libro Nueva Filosofía del Hombre revolucionó, de forma increíble y sólo posible en el Renacimiento, la relación entre pensamiento y salud. Olivia es, sin duda, no sólo una mujer geográficamente cercana o un hito en la lucha de las mujeres por la igualdad en tiempos difíciles, sino también y, sobre todo, una lección de sabiduría para todos.
Lo que tienes ante ti, lector, son tres estudios en uno. Un intento de acceso divulgativo y multidisciplinar al tema de la identidad, que consiguió verter ríos de tinta en las últimas décadas del siglo XX y está pidiendo una síntesis a comienzos del presente siglo. Se unen aquí tres facetas del conocimiento: en primer lugar, la historia, en tanto que la biografía forma parte de ella, y nos ofrece un panorama ilustrado de las coordenadas teóricas sobre el sí mismo a través de la vida de uno de los pensadores clave del siglo XX y de los más estudiados en la relación entre su vida y su filosofía: Ludwig Wittgenstein. En segundo lugar, la psicología, que nos aporta, desde su vertiente evolutiva, el material básico y abundante para la reflexión filosófica, y en tercer lugar, la propia filosofía, que quiere presentar al yo desde el punto de vista integral que suponen unas claves antropológicas.Tal vez este librito no ayude mucho a los especialistas o tal vez sí; de cualquier modo, puede ser un punto de vista interesante para quien pueda plantearse el problema vital de las eternas preguntas:¿Quién soy yo? ¿Cómo llegamos a ser lo que somos? ¿Qué nos constituye? Convencido de que la respuesta a estas preguntas es de todo hombre o mujer despiertos, ofrezco materiales para que cada cual escoja, reelabore, se atenga a sus propias convicciones o las reestructure, sabiendo que nuestra forma de movernos por el mundo tiene mucho que ver con la respuesta que tratemos de dar a esos interrogantes
Tal vez para un ateo o agnóstico, este librito resultará demasiado premoderno y para un creyente, demasiado posmoderno. Pero la verdad es que sólo pretende ser un manual de vida espiritual laica, que pueda comenzarse a leer por donde se quiera y venir a cuento o no a cualquier ocasion vital. Sigue siendo un libro de filosofia, pero de practica filosofica: apta incluso para los que odian la filosofia. Escorado mas hacia el sentimiento, que origina todas nuestras racionalidades y sistemas, estos momentos de meditacion son un alegato a la tolerancia y la compasion universales, conectan los datos cientificos con la simbolica religiosa y nos introducen de corazon en un trabajo espiritual infinito: un cuidado de si que vela por el Universo . Ojala algun dia podais ver a la lechuza de Minerva posada pacificamente en vuestra ventana. No es algo extraño.