Daquio, experto cazador e infatigable viajero, recorre el Amazonas junto a su hijo en busca de la codiciada y temida pantera negra. Acompañados por un turbio personaje y un extraño guía, padre e hijo conocerán a los contrabandistas del río, a los traficantes de esclavos y a los aventureros que vagan locos por la selva.
Y el cielo es nuestra casa cuenta en sus versos secos, recios, preñados de hondadura, la saga de lo que se evapora en los tiempos para trazar el mapa moral de un pueblo sojuzgado, peregrino, que al final se libera de añoranzas y se marcha con el fuego. El juego de tropos y figuras con los que Eliseo Bayo cubre como un manto la terrible verdad concede la voz a un pueblo al que se le sofocó la suya propia, y al que se condenó a la negrura.