PROL. DE JOSE MONLEONEn la promavera de 2003, cien marinos y ochenta artistas embarcaron en el buque rumano Constanza oara reivindicar el entendimiento y la colaboración entro los pueblos. Disponían de un viejo barco de guerra y, con las armas del teatro, lo transformaron en una nave de paz.
Un traductor de la Comissió Europea desapareix sense deixar rastre després de sortir de la consulta del seu psiquiatre. Al cap de pocs dies, el metge rep una carta del seu pacient des duna estranya ciutat. La carta refereix lencontre amb una dona. El nom de la ciutat no apareix als mapes...Enlloc és una novel·la de trens nocturns i estacions boiroses, de bars a mitja llum, déssers i temors blindats a la nostra memòria, denclavaments derrotats que es revengen i sotmeten els qui gosen trepitjar-los a un inquietant magnetisme.
Un traductor de la Comisión Europea desaparece sin dejar rastro después de salir de la consulta de su siquiatra. A los pocos días, el médico recibe una carta de su cliente desde una extraña ciudad. La carta refiere el encuentro con una mujer. El nombre de la ciudad no aparece en los mapas... Ningun lugar es una novela de trenes nocturnos y estaciones neblinosas, de bares a media luz, de seres y temores blindados en nuestra memoria, de enclaves derrotados que se toman la revancha y someten a quienes los pisan a un inquietante magnetismo.
Si te sientas a la puerta de tu casa, tal vez veas pasar el absurdo de la existencia, pero habrás malversado los días. Para evitarlo, el protagonista de esta novela -un romántico melómano devastado por la insatisfacción- lo deja todo y sale al camino para redimir una vida vulgar, de éxito sin plenitud. Tiene la foto de una niña jugando en la playa y el designio de encontrarla cuarenta años después. La busca en el mar de aquel verano, en París y en Galicia, en premoniciones zodiacales, en los partes meteorológicos, en las eyes de la física, en los avatares del sueño y en las notas de Bach. Cuando, después de haber puesto el universo patas arriba, vislumbra la sensual nuca de Venus, la diosa tiene otro nombre; pero sigue siendo enigmática, bella y promisoria porque "la voluntad es cierta, pero el azar sólo probable… y lo llamas destino cuando estás perdido". Una historia de amor que se nutre de incendios, de eclipses, de olvido y de muerte, como las tragedias clásicas y los mejores enredos posmodernos. Emilio Garrido teje una novela imprescindible para los amantes de una literatura entendida como prolongación perpleja y hedonista de la vida. Gonzalo Ugidos
Dice que sólo llora en el mar porque son las únicas lágrimas que no se echan a perder. Pero lleva cuarenta años convirtiendo los poemas de amor en canciones que han nublado la mirada a públicos de cuatro continentes. Maria del Mar Bonet, la vocación más perseverante de Els Setze Jutges, es el alcaloide del Mediterráneo: en su imaginario confluyen sus aromas antiguos, sus poetas modernos y sus desgarros homéricos; en su voz, la luz nacarada de Estambul, los vinos griegos, la resonancia del deseo y el trémolo de las sabinas mallorquinas cuando se inclinan ante el soplo del llebeig. Censurada por el franquismo, aclamada en fecha fija en la Plaza del Rey de Barcelona, escoltada por Alan Stivell, Milton Nascimento, Theodorakis, Jackson Browne, Amancio Prada, Serrat o Lluís Llach, el canto de esta sirena es universal, pero su vida privada ha sido un huerto cerrado. Este libro entreabre las puertas de esa tierra secreta para asomarnos devotamente a su encanto. Emilio Garrido compone el más bello retrato que un hedonista de la música, de los versos y del mar puede hacer a una mujer secretamente amada por todos.