El anacronópete, escrito en 1881 por Enrique Gaspar i Rimbau, es una de sus obras más importantes, en la que se adelantó con sus propuestas a autores como H. G. Wells en la invención de la ilusoria maquina del tiempo. El ingenio es una enorme construccion impulsada con una curiosa maquinaria, que permite a sus ocupantes trasladarse a epocas pasadas, excusa que sirve a Gaspar i Rimbau para trazar un descarnado retrato de la sociedad española de finales del siglo XIX, y un entretenido y en ocasiones hilarante relato.La primera edicion fue publicada en Barcelona en 1887 por la editorial de Daniel Cortezo y Cª, con unas sugerentes ilustraciones de Francisco Gomez Soler. En esta edicion se ha intentado conservar la obra en su formato original, salvando las distancias que impone el libro electronico y adaptando minimamente el texto para una mejor comprension.
La creencia común es que el primero que concibió una máquina del tiempo fue H.G.Wells, en 1895. Sin embargo, en El anacronópete, publicada en 1887, el dramaturgo español Enrique Gaspar y el ilustrador Francesc Soler desarrollaron este tema, que se convertiría en uno de los clásicos de la ciencia ficción.De la mano del protagonista viajaremos a la Comuna de París, la China del s.III a C., el último día de Pompeya y el Diluvio Universal, en una novela repleta de aventuras,historias de amor y celos y mucho sentido del humor.
La primera novela de ciencia ficción sobre la máquina del tiempo, escrita por Enrique Gaspar en 1887, ocho años antes de que H.G. Wells publicara su conocida obra.
A lo largo de los años, H.G. Wel
"A partir de mediados del siglo XIX, empieza a ser ha-bitual que todo tipo de escritores de nuestro país, desde los folletinescos a los que podíamos tildar de serios, hagan incursiones literarias en otros géneros que aún hoy parecen menos prestigiosos, como puede ser la fantasía y la ciencia ficción.Este es el caso de Enrique Gaspar, el autor de El Anacronópete (publicada en 1887, aunque escrita en 1881), el libro que les estamos presentando. Esta novela presenta una novedad importantísima al incluirse en ella, por primera vez en la historia, una máquina del tiempo, anticipándose en más de una década a la celebérrima La máquina del tiempo de H. G. Wells, publicada en 1895. Tal vez se le podía haber arrogado el mérito a Wells, uno de los padres de la ciencia ficción, por escarceos anteriores en el tema a la definitiva publicación de esta obra, con su interrumpida The Chronic Argonauts (1888)."