Touting the benefits of disorder, chaos, and mess, a groundbreaking study explains how and why a little disorder actually makes systems more effective, citing examples from business, cooking, parenting, politics, and other fields to demonstrate that the right amount of disorder yields better solutions, uses resources more efficiently, and is more durable.
La mayoría de las personas rehuyen del desorden o siente culpa por no poder evitarlo, aunque el mundo científico ha comprobado que con una pequeña dosis de desorden la vida puede ser más fácil de vivir y más interesante. En Elogio del desorden, los autores demuestran a través de una gran cantidad de ejemplos reales que la obsesión por el orden tiene muchos menos beneficios de lo que creemos. Por el contrario, los casos analizados por Abrahamson y Freedman en los ámbitos empresarial, político, personal, doméstico, económico y urbano indican que los sistemas moderadamente caóticos hacen un empleo más eficiente de los recursos y logran mejores resultados que los ordenados. ¿Hasta dónde llegaremos en nuestro afán por ordenarlo todo: las ciudades, las empresas, los gobiernos, las agendas, el pensamiento? Este libro tal vez nos lleve a descubrir que la búsqueda constante del orden no siempre es el mejor camino.