Hay que admitir que la literatura inglesa carece de la regular continuidad de la francesa, de la brillantez del gran momento de la italiana, de la densidad de pensamiento de la alemana, y del torrente de inspiracion mistica de la española; pero es evidente que ha producido un teatro con el cual solo rivaliza el español; es creadora del ensayo periodistico formativo y civilizador y de la novela realista moderna, y no hay literatura que la iguale por la cantidad y la calidad de su poesia. La frase de Matthew Arnold es objetivamente valida: Inglaterra se ha distinguido por muchos conceptos; no obstante, la cima maxima de excelencia la ha alcanzado con su arrebatadora poesia. Es cierto: desde Beowulf hasta Dylan Thomas, la refulgente estela de la poesia inglesa se destaca fascinante y cegadora casi sin interrupcion.