UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO (UNAM) 9789703205103
Hablar de memoria es conjurar la fuerza de la memoria, es sobre todo un hacer que no tiene por unico cometido distribuir culpas, es un hacer de otra manera el mundo humano.El ejercicio de la memoria es, a su manera, un ejercicio de democracia. de ahi que este libro haga referencia a auotreso como Benjamin , Levinas, Bajtin y Jacques derrida entre otros que se han ocupaodo d e manera explicita del problema de la memroia
Vivir para poder contar. Esta parece ser la máxima de los sobrevivientes de los campos de concentración y exter- minio nazis. Auschwitz, en particular, concentra la oscuridad que acompañó al hombre a lo largo del siglo pasado: la ruptura de la civilizacion; la imagen del infierno donde se trato de erradicar el concepto de ser humano, como escribiera Hanna Arendt o, en palabras de Georges Bataille, Auschwitz es el hecho, es el signo del hombre, cuya ima- gen ya es inseparable de una camara de gas. ¿Es posible que este laboratorio del horror haya ge- nerado una literatura capaz de expresar ese espacio de lo no habitable de lo ajeno a todo concepto de humanidad? La respuesta de Esther Cohen en Los narradores de Auschwitz es afiimativa. El peor genocidio del siglo XX ha dejado como herencia una literatura que se erige como el gran testimonio de los campos de la muerte Primo Levi, Imre Kertesz, Jean Amery y antes que ellos Franz Kafka y Joseph Roth muestran que narrar los campos implica, de principio la ficcionalidad de lo narrado.