La distorsión de los hechos desencadenados a partir de la invasión de Navarra en julio de 1512 por el Ejército español, es posiblemente una de las manipulaciones históricas más infames de nuestro pasado. El autor prueba, en base a documentos, testimonios y todo tipo de textos, de qué modo se han ido maquillando y ocultando los hechos -calificados por los contemporáneos de 'violenta conquista'- hasta convertirlos, como señala el Amejoramiento del Fuero de 1982, en la incorporación 'al proceso histórico de formación de la unidad nacional española manteniendo su condición de Reino'.La Vieja Herida no sólo da fe de esta manipulación, sino que hurga en sus motivaciones, desnudando la trayectoria histórica de unas elites navarras empeñadas en dar la espalda a sus paisanos y venderse al mejor postor. Este trabajo, además de repasar los últimos cinco siglos de historia navarra, nos da las claves para comprender mejor el navarrismo y el comportamiento actual de las clases dirigentes del país.La Vieja Herida es su primer ensayo de tema histórico y Txalaparta publicará en los próximos meses su novela en euskara Agian, ambientada en la conquista de Navarra por las tropas españolas.
Iratzar fundazioko bi kideren arteko elkarrizketaren ondorio da liburu hau: Idoia Zengotitabengoak Floren Aoizi galdera sorta luzea egiten dio, gure garaia ulertu eta ditugun erronkak aletu nahian. Mamuaren irudia darabilte kapitalismo neoliberala eta hor
Este libro es un viaje por el pasado, presente y futuro de Nafarroa, y de Euskal Herria en general. Un viaje a través de la conquista del Reyno de Navarra en 1512 y la forma en la que ha sido narrada a lo largo de los siglos, haciendo especial hincapié en el 2012, año del quinto centenario. Aprovechando la fecha y, tras analizar minuciosamente las bases de la hegemonía del navarroespañolismo, Floren Aoiz aboga por una repolitización radical de la sociedad que permita articular mayorías transformadoras, más allá de vanidades personales y sectarismos, mostrándose contrario a toda tentación de reedición del pasado. Porque, más allá de las batallas por la historia, la clave del futuro de Euskal Herria está en la capacidad de generar consentimientos mayoritarios y de construir hegemonía en torno a horizontes compartidos.
Dicen que un escritor no es nada sin sus obsesiones, y esa es la razón que nos ha llevado a pedir a Jose Mari Esparza, Floren Aoiz y Patxi Zabaleta sendas panorámicas sobre la vida política de Víctor Manuel Arbeloa, Jaime Ignacio del Burgo y Rafael Aizpun, figuras se¿eras todas ellas del regimen clientelar sobre el que pivotan, aun hoy en d¡a, los resortes del poder en Navarra. Tampoco hubieran sido nada estos tres tristes trileros sin sus obsesiones: Euskal Herria, el poder y un pertinaz miedo a la democracia.Extraños compañeros de viaje marcados por sus pasados, Aizpun -en UPN-, Arbeloa -primero en el Partido Socialista de Euskadi en Navarra y posteriormente en el PSN- y Del Burgo -en las numerosas marcas blancas que ha tenido la derecha española en el viejo reino- han sido contradictorios y vehementes en su practica politica, intentando vestir con un ropaje de decencia y coherencia el guiñol sin pies ni cabeza que los titiriteros de la Transicion impusieron en Navarra.
La historia de los años posteriores a la muerte de Franco es la crónica de una gran estafa y una dolorosa frustración. Frente a quienes cuentan la transición navarra como un camino de rosas que comienza en 1975, el autor se remonta a la realidad histórica y especialmente al debate estatutario de los años treinta, para demostrar que a la muerte de Franco llovía sobre mojado. A la luz de algunos datos que nos ofrece este exhaustivo y documentado trabajo, como la relación de Jesús Aizpún con los Servicios Secretos franquistas; la atención que éstos prestaban a la cuestión foral como mecanismo para fortalecer el Estado frente a las fuerzas subversivas; los contactos del PNV con quienes preparaban el postfranquismo o la implicación del PSOE en el diseño de la reforma, la 'modélica' transición navarra aparece como un gran chanchullo en el que unos pocos manejaron a toda una sociedad.