Francesca Mazzucato nació en Bolonia en 1965. Licenciada en letras, trabajó en el Partido Demócrata de la Izquierda, antiguo Partido Socialista Italiano, y en los servicios de biblioteconomía del Parlamento Europeo. En la actualidad vive entre Bolonia y París. Es traductora, colabora en varios periódicos y es consejera editorial de la colección Pizzo Nero (Encaje negro).
Recibe novedades de FRANCESCA MAZZUCATO directamente en tu email
A los lectores de La sonrisa vertical el nombre de Francesca Mazzucato ya les es familiar. En 1997 Tusquets Editores publicó su primera novela, Hot Line. Historia de una obsesión (La sonrisa vertical 104), un relato sobre el mundo de los telefonos eroticos. Con Relaciones escandalosamente puras, finalista del Premio Tuscania 1988, la Mazzucato vuelve con la historia de una huida, a traves de suburbios y habitaciones de hotel, que nunca logra dejar atras la falta de amor, una historia de erotismo extremado, dulce y violento a la vez, desesperado y humillante. Exorcizar el pasado, dejar atras una infancia llena de silencios y de oscuras complicidades, eso es lo que se propone la joven Camilla cuando decide irse a vivir lejos de su familia, en un vulgar apartamento del extrarradio. En las galerias y los bares del metro busca una relacion que la salve de sus recuerdos. Y la encuentra casi por casualidad, entre los mil cuerpos desconocidos a los que se entrega sin pudor, tal vez para expiar un pasado del que no es responsable. Su prolongada aventura con Gilbert, un atractivo -y a la vez inquietante- pintor luxemburgues, le permite descubrir el amor y la posibilidad de llevar al fin una vida normal. Solo entonces puede Camilla enfrentarse de una vez por todas al pasado, a esos recuerdos que va registrando en el diario intimo que entrega al lector, todo el miedo y la soledad que desde la infancia siempre la han acompañado. Solo entonces consigue dar cuenta del incesto que sello su vida con un insoportable, arrebatado y doloroso silencio.
Al igual que la protagonista de su novela, Francesca Mazzucato trabajó durante tres meses en un teléfono erótico de Módena. Por lo tanto, sabe de qué habla cuando nos cuenta esta bella historia de una obsesion al filo de un un cruce de soledades, como define ella misma esa masturbacion a distancia de las llamadas lineas calientes. Lorena, una profesional del sexo, sabe decir las palabras adecuadas, conoce los trucos precisos para atizar el deseo y satisface al interlocutor de turno con intensidad variable pero siempre con la curiosidad de quien sabe transformar en conocimiento aquello que para la mayoria no es sino una experiencia escandalosa. Lorena ejerce su profesion con sorprendente alegria, teñida no obstante de cierta inquietud ante la constante llamada de lo desconocido. Las voces solitariasa veces duras, a veces tiernas, a veces avidasque la acompañan en la noche provienen de los lugares mas dispares: bares, cuartos a media luz, estaciones, centros comerciales, lugares anonimos, subterraneos y perifericos, que ella imagina envueltos en luces mortecinas. Estas voces, estos personajes en la sombra, van alternando experiencias comunes con otras mucho mas extremas, crudas, casi peligrosas, en un coro fantasmal en el que los limites parecen confundirse. Un dia, desobedeciendo las normas de la oficina para la que trabaja, siente la necesidad imperativa de conocer al portador de la seductora voz de un hombre. ¿Hasta donde la llevara la pasion transgresora que Lorena empezara a sentir por el extraño Gabriele? ¿Que papel habra desempeñado el afecto morboso que ella siente por un padre siempre lejano en la eleccion de semejante profesion y en esa irresistible atraccion suya por los lugares poblados de una humanidad marginal y marginada?