Erothema es un libro de poemas que aborda el tema del amor y el deseo con una especial atención a la belleza, se diría que no solo de la amada, sino del propio amador y su emoción, y hasta del mismo mundo en el que se ama; una belleza que, en el libro, proviene del lenguaje y la música poéticos, pero, también, muy especialmente, de la expresión del pensamiento sobre ese deseo y ese amor y esa belleza. El libro recoge el testigo de una larga tradición, remitiendo a todo aquello que viene cimentando el pensamiento humano sobre estos temas, de un modo que resulta en una poesía contemporánea y lúcida.
La danza en el laberinto arranca con la filosofía de Spinoza y la pintura de Vermeer: el filósofo de la claridad y el pintor de la luz. Claridad y luz que son, no sólo metáforas del pensamiento y del color, sino que apuntan también a una experiencia en la que el concepto de iluminación va de la mano con el entendimiento cabal de lo real, y no ya con el embelesamiento y el anhelo de estados alterados de conciencia. Esto último es, precisamente, lo que provoca el deslumbramiento contemporáneo con los destellos hipnóticos del capitalismo, como si no hubiese otra manera de pensar que no fuera la del cálculo, el acomodo y la de la mansedumbre. Se explica así que este libro concluya con la inminencia de un traspaso que permita hacer de aquella experiencia un ejercicio cotidiano de lucidez y de andar despiertos y despiertas, atentas y cuidadosos. No es casual que para ello se elija, primordialmente la figura de Marcel Duchamp, esa inteligencia privilegiada del siglo XX, que vivió en los momentos de la más álgida encrucijada del arte contemporáneo.La danza en el laberinto. Meditación sobre el arte y la acción humana es un libro de transición entre El drama de la escritura filosófica (1998) y La invención de sí mismo, el tercer volumen inédito de la Estética del pensamiento.
La invención de sí mismo cierra, junto con El drama de la escritura filosófica y La danza en el laberinto. Meditación sobre el arte y la acción humana (ambos publicados en esta misma editorial), la obra Estética del pensamiento; retomando conceptos y planteamientos clave en los dos primeros volúmenes, empezando por la noción misma de "estética del pensamiento", para reelaborarlos e intentar precisar su sentido en un nuevo contexto. En esta ocasión, el autor se ha esforzado por pensar los puntos de convergencia de ciertos aspectos de clara pertinencia filosófica en el desarrollo de la neurociencia, algunos descubrimientos fundamentales del psicoanálisis y la milenaria tradición del pensamiento y de la práctica buddhista.
¿Cómo pensar la poesía? ¿Cómo atender, captar y dar cuenta del inaudito destello de la imagen poética? A la luz de esta pregunta, y de los descubrimientos conceptuales de su obra en tres volúmenes, La estética del pensamiento, Francisco José Ramos pone a prueba, en este nuevo libro suyo, un planteamiento medular que podría formularse como sigue: si pensar la poesía implica una investigación de la propia capacidad o actividad creadora del lenguaje y, por lo tanto, de aquello a partir de lo cual se piensa, entonces resulta ineludible volver a preguntarse acerca de la condición de posibilidad del lenguaje y de su compleja imbricación con el pensamiento. En este contexto, el estudio y la lectura de la escritura poética no pueden menos que volver a indagar en la naturaleza de la metáfora. Para realizar esta tarea, se propone entender la metáfora, así como a su variante que es la metonimia, no solo como tropos o recurso retórico, sino como el dinamismo y la actividad por los que se despliega la poesía. La poesía, en el más amplio sentido de poíesis, es decir como acción, producción y creación, pasa entonces a considerarse como la esencia o potencia del lenguaje.