Un grave peligro para el conocimiento y vivencia actual de la fe está en la"religiosidad a la carta". Dios ha realizando, y sigue realizando hoy, una historia de salvación en la cual él tiene siempre la iniciativa, hablando y actuando. Lo propio del creyente es"responder".En el año liturgico se considera la vida deCristo no como simple recuerdo. Su contenido esencial es la formacion a lo vivo de Cristo en nosotros. La Pascua, las fiestas de los misterios de Cristo, contienen la realidad viva que conmemoran. Son celebraciones de la comunidad, para ella y en ella. El cuerpo eucaristico de Cristo, y su palabra, es fermento del proceso de la formacion del Cuerpo Mistico de Cristo que es la Iglesia. La liturgia es el trance de cristificacion de la nueva humanidad. Por eso, para encontrarnos hoy con Dios, seguimos leyendo el antiguo Testamento, mediante el cual Dios preparo ayer la venida de su Hijo, proclamamos el Evangelio como realizacion de las promesas, y leemos la doctrina apostolica que adapta a nuestra situacion creyente la venida de Cristo hoy a nosotros, a los creyentes de todos los tiempos y lugares. La vida cristiana consiste en prolongar en nosotros la humanidad de Cristo, ser su biografia y revelacion hoy en todos los lugares y situaciones.Lo que la Iglesia ora y celebra es tambien lo que ella ha creido y cree. Por ello la vivencia del año liturgico es lo que autentifica los planteamientos misioneros y pastorales, lo que confiere identidad a la maduracion y crecimiento en la fe.El Abad de Montserrat, padre Josep M. Soler, dice en el prologo a este libro:"Lo que me parece digno de mencion en esta obra, y lo que le confiere ademas un sello especial, es el papel central que concede al misterio de Cristo, tal como se despliega a lo largo del año liturgico El año liturgico es presentado y concebido como el medio en el cual, y por el cual, la Iglesia nos pone en contacto con Cristo resucitado en estos"ultimos tiempos"-segun el dicho del Apostol-, que son los que nos toca vivir La experiencia de vida cristiana que se va fraguando por medio de la celebracion asidua de la liturgia, asegura un anclaje firme en el dato de la revelacion, en el realismo de la encarnacion, de la cruz y de la resurreccion, y al mismo tiempo incorpora todos los resortes de nuestra personalidad, desde la inteligencia a la sensibilidad".El contenido de este libro se refiere a la santidad y magisterio estructurantes de la Iglesia de todos los tiempos. Señala el fundamento insustituible de toda accion misionera y catecumenal que pretenda unir tradicion y hodiernidad, fe y cultura, inteligencia y vivencia, persona y comunidad.Estra obra interesa a todos los sacerdotes, catequistas y a cuantos dirigen o apoyan procesos catecumenales, asi como a grupos de busqueda y otros que ya siguen un proceso formativo en la fe cristiana.
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