(Suiza, 1952) Profesor de psiquiatría del niño y del adolescente en la Facultad de Biología y Medicina de la Universidad de Lausana. Es psicoanalista, especializado en medicina perinatal, particularmente en situaciones de stress y traumatismos precoces. Estudioso de las relaciones entre psicoanálisis y neurociencias, se ha concentrado en los vínculos entre huella psíquica y huella sináptica.
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Escrita en colaboración por un psicoanalista y un neurocientífico, esta obra muestra cómo la cuestión de la huella, eje del fenómeno de la plasticidad, se sitúa claramente en la intersección entre neurociencias y psicoanalisis, lo que permite poner en serie huella sinaptica, huella psiquica y significante. Asi, los conceptos psicoanaliticos de inconsciente y de pulsion adquieren una resonancia biologica, y se revelan como fundamentales para el psicoanalisis y para las neurociencias,
A pesar de la esperanza de racionalidad, el inconsciente también interviene en la institución psiquiátrica. Pasión arcaica, goce funesto, lo insoportable de la transferencia con el psicótico resulta de que ella pone directamente en evidencia, de forma concreta e indiscutible, la pulsion de muerte. ¿Es acaso la institucion terapeutica uno de los avatares del malestar que Freud señalo en la civilizacion?La institucion procede del retorno de lo mismo. Fundada en una relacion de eternidad, especie de maquina melancolica, la sombra de lo que a cada cual le falta tambien parece cernerse sobre su organizacion.Yo soy aquello de lo que el otro carece: este seria uno de los escenarios caracteristicos de la fantasia del terapeuta. Aferrado a una funcion imaginaria, con la falsa esperanza de encontrar una completitud perdida, ofrece sus atenciones como la madre no mancillada por la carencia.En una comunidad de negacion, cada cual teje en ella su historia y todo se repite, ineludiblemente, como en una tragedia. Asumir como proyecto la transformacion de la institucion implica atravesar el muro inefable de la ignorancia y enfrentarse a las resistencias que tienen muchisimo que ver con las resistencias clasicas del psicoanalisis.¿Es posible, a pesar de todo, aplicar el psicoanalisis en la institucion psiquiatrica? Esta es l...
¿Por qué, aun cuando puedan elegir entre una puerta que conduce al placer y otra que lleva al displacer, con demasiada frecuencia la mayoría de los seres humanos se precipitan hacia el displacer, pero con la ilusión de estar haciendo lo contrario? De esto, lo sabemos, resulta una acumulación de experiencias desdichadas y repetitivas que desembocan en el malestar, tanto individual como colectivo. ¿Existen fuerzas psíquicas inconscientes que nos impulsan a actuar exactamente a la inversa de lo que queremos, adentrándonos en lo que Freud llamaba el \"más allá del principio del placer\"? ¿Pueden identificarse en el cerebro mecanismos neurobiológicos específicos que nos permitan explicar esta tendencia en el hombre? Según los autores, no se trata de encontrar respuestas unívocas a estos interrogantes, sino de proponer una noción de inconsciente -en la interfaz de las neurociencias y del psicoanálisis- que permita encarar las cuestiones enigmáticas del placer y el displacer
Enfrentados desde hace varios lustros, el psicoanálisis y las neurociencias han reclamado cada uno para sí los mejores títulos cuando se intenta proponer una explicación de la conducta humana. Para el primero, las neurociencias son mecanicistas, estáticas y reduccionistas, y en su pretensión de fundar una explicación científica de carácter universal desdeñan la subjetividad y la historia personal; los neurocientíficos, por su parte, reprochan al psicoanálisis su precario andamiaje científico y, en lo más áspero de la confrontación, no vacilan en calificarlo de mitología. Aportes recientes de la neurobiología muestran, empero, cómo la plasticidad de la red neuronal permite la inscripción de la experiencia, de modo tal que los elementos más finos del proceso de transferencia de información entre las neuronas -las sinapsis- sufren una remodelación permanente en función de la experiencia vivida: los mecanismos de plasticidad operan a lo largo de la vida del individuo y determinan de manera significativa su devenir. Escrita en colaboración por un psicoanalista y un neurocientífico, esta obra muestra cómo la cuestión de la huella, eje del fenómeno de la plasticidad, se sitúa claramente en la intersección entre neurociencias y psicoanálisis, lo que permite poner en serie huella sináptica, huella psíquica y significante.