Panegírico es un artefacto bicéfalo, un mosaico que guarda un enigma. En su Tomo primero (1989) encontramos unas memorias escritas a modo de autorretrato a la deriva y sin concesiones a lo que el buen tono de nuestra epoca admite como valido. El Tomo segundo (1997) contiene una serie de pruebas iconograficas, una red de referencias cuidadosamente tejida: el trazado laberintico de una vida.Esta primera edicion conjunta en castellano incluye un texto introductorio del escritor norteamericano Greil Marcus, autor del celebrado y polemico Rastros de carmin."Para Panegirico, he previsto eventualmente al menos otros dos tomos mas. Pero mi tiempo corre el riesgo de ser limitado, desde luego; por la edad y otros peligros que sin duda se acercan. Por tanto, el Tomo primero esta calculado para contener ya todo lo esencial; a ilustrar luego en lo posible por los siguientes. (...) No se trata ciertamente de una apologia personal; ni tampoco de un elogio de algun aspecto de mis acciones. Mi epigrafe del Littre ("el panegirico no implica ni reproche ni critica") define exactamente la regla de juego. Todo ocupa su lugar bajo una cierta luz "mas alla del bien y del mal", del estilo: "es asi". Non aliter."(Carta de Guy Debord a Paolo Salvadori, 19 de diciembre de 1990)
En el "tomo primero" encontramos unas memorias escritas a modo de autorretrato a la deriva y sin concesiones a lo que el buen tono de nuestra época admite como válido. El "tomo segundo" contiene una serie de pruebas iconográficas, una red de referencias cuidadosamente tejida: el trazado laberíntico de una vida.