Las pinturas reproducidas en este volumen, el North American Indian Portfolio (Londres, 1844) de George Catlin, son una selección hecha por el propio autor de entre los centenares de pinturas y dibujos que realizó durante algunos años que pasó viajando por la tierra de los indios. Al interés general que ofrecen las pinturas de Catlin como ilustración fidedigna de la vida libre y auténtica del piel roja, se añade, pues, a éstas el valor acumulado que supone el hecho de haber sido escogidas por él como especialmente significativas. Catlin, en su vasta empresa picto-etnográfica, pretendía realizar una "descripción gráfica y literal de las costumbres, tarjes y carácter de una raza humana interesante que está desapareciendo rápidamente de la faz de la Tierra". En la selección que aquí presentamos, el objetivo principal es dar al lector una visión completa de las actividades de caza -sobre todo del bisonte- de los indios de las llanuras, y también se nos ofrecen imágenes de juegos, danzas relacionadas con la caza, personajes, animales y un completo muestrario de la diversidad paisajística del país es las diferentes estaciones del año. Catlin presenta la cultura y la actividad de los indios desde el punto de vista de éstos. Su enfoque es temático y describe los elementos de la cultura india que los propios indios consideraban importantes. Catlin demuestra en toda su obra un profundo afecto por los indios, a los que veía como un pueblo puro y noble al que el contacto con la cultura de los blancos estaba degradando -y en esta selección tenemos un impactante ejemplo visual de ello-. Sus ilustraciones consiguen transmitirnos la emoción que él sintió ante la fuerza y la belleza de la vida libre del piel roja en el marco de una naturaleza ora propicia, ora hostil, pero siempre hermosa e intensa.
Caminando entre varias tribus nativas americanas y estudiándolas en el siglo XIX, el autor observó que muchos de los ancianos poseían un aspecto sereno y bien conservado. Los miembros jóvenes parecían especialmente sanos, con una resistencia innata a ciertas enfermedades y afecciones congenitas. Al ver a los miembros de la tribu durmiendo, observo que todos lo hacian con la boca cerrada.Catlin reflexiono sobre si este habito contribuia al vigor fisico del pueblo, e investigo mas a fondo. Tras aventurarse en los pueblos del Medio Oeste, atestigua que muchas personas que habian practicado la respiracion bucal durante toda su vida parecian terribles, y se opusieron profundamente a su practica. Este libro detalla como se puede animar a los niños y a los jovenes a no respirar por la boca, y señala lo diferente que parece el semblante facial entre las personas que respiran por la boca y las que lo hacen por la nariz.Hoy en dia, la nocion de que la respiracion bucal favorece la fealdad o la decrepitud fisica se rechaza por completo como una idea excentrica sin fundamento. Sin embargo, los investigadores del sueño han demostrado que respirar con la boca abierta mientras se duerme puede provocar mas ronquidos y, por tanto, una menor calidad del sueño y, por ende, de la salud. En general, se puede aventurar que las ideas de Catlin tienen cierto merito, aunque su libro sea una exageracion.Aunque hoy se le conoce principalmente como pintor y viajero que se convirtio en una especie de emisario de las tribus de las llanuras, George Catlin tambien fue un escritor entusiasta aunque ocasional. Admiraba a los pueblos nativos americanos por sus tradiciones y su aspecto distintivo, y se dedico a pintarlos; su marcado talento hizo que respetaran sus dones, y lo acogieron debidamente con amistad.
Este libro colorista, espontáneo y auténtico comprende el relato de los viajes y aventuras del pintor y etnólogo George Catlin (1796-1872) por tierras de América del Norte y del Sur en su afán por registrar todos los aspectos de la vida de los indios y recorrer las tierras desconocidas que se le ofrecían en toda su tentadora inmensidad.