#Qui#n no tiene alg#n sue#o en esa parte rec#ndita de su alma en la que uno no puede mentirse a s# mismo, en lo que Ortega llamaba el fondo insobornable de la persona? Ezequiel Z vivi# ese sue#o igual que otros muchos, inconscientemente, pero lo vivi# y as# enriqueci# su vida, llena de tristeza y pocas alegr#as. Sufri# la dureza de la soledad, compartida a veces, pero tambi#n encontr# la amistad y lleg# a gozar del apoyo de sus semejantes. Y por fin hall# a alguien con quien compartir sus m#s #ntimos pensamientos, un amigo desconocido que le ayud# a vivir y a morir, y que le llev# en sus brazos allende la muerte.
Cuando el dinero o el sexo se imponen al amor, la vida puede ser placentera, pero no necesariamente satisfactoria. Vivir no es simplemente pasar por la vida esperando que algo ocurra. Vivir es hacer, no deambular deseando que el tren pase por delante de ti y se pare para subirte a el, porque ¿y si pasa de largo? Entonces llegas a viejo solamente anhelando que algo acontezca, y lo que acontece es la muerte. Cada persona soluciona a su manera el hecho de vivir, de hacer, eligiendo en cada momento solamente una de las diferentes opciones que la vida le presenta, desechando todas las demas, y asi siempre. De esta manera, anda su propio camino. Por eso, cuando el lector se adentra en la vida del protagonista de esta novela se convierte automaticamente en un personaje mas de la historia y tambien debe elegir que hacer.
Este libro recoge la poesía de Germán Echevarría escrita entre 1964 y 2002, contenida en cuatro poemarios seguidos de una pequeña antología de dichos poemas traducidos al euskera. Se trata de una poesía de sedimento más que de argumento. A través de una misma línea lírica aparecen otras voces y siempre el curso del Tiempo, el Tiempo como sustento de la realidad vivida y el Tiempo que al cabo todo lo borra. Es en esa tensión del vivir donde esta poesía abre una brecha a la emoción: la pérdida y el diálogo con los ausentes y la presencia del entorno paisajístico como elemento constante de incitación y recuperación.
Estamos delante de un poemario escrito desde la perdida, directamente desde el corazón. Es muy fácil dejarse llevar, la imaginación al socaire de tu itinerario paisajes, lugares conocidos, ignotos, vivencias trasferibles, situaciones, instantes, tambien