József Brenner, conocido por el seudónimo Géza Csath, escritor con aura de maldito, fue húngaro y escribió en ese bello y extraño idioma que no tiene raíces comunes con ninguna otra lengua europea. Idioma difícil y magnífico para expresar con la mayor precisión lo difícilmente expresable. Csáth murió joven, y a pesar del conocimiento y práctica de la psiquiatría, de su cultura versátil crítico musical afinado, autor teatral innovador representado en la actualidad en los teatros europeos más prestigiosos, acabó suicidándose después de matar a su esposa.
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Entre 1910 y 1912 Csáth se entrega a una doble adicción: sexo y drogas llevados al límite. Diario políticamente incorrecto sobre la atracción dominante de este pisquiatra y escritor por las mujeres, y su destruccion a causa de la morfina. Geza Csath cuenta en estos diarios la novela de su vida, una pequeña obra de arte que nada tiene que ver, o muy poco, con la etica o con la moral. Se trata de una autobiografia insolita, que transmite la experiencia del psiquiatra seductor en la busqueda del placer.
Los cuentos de Géza Csáth tienen magia, ácida profundidad y lirismo salvaje. En cada uno de ellos, de modernidad atemporal, se descubren ecos de escritores clásicos y modernos; la crueldad de Agota Kristof, la amarga ironia de Kosztolanyi o la misoginia de Sandor Marai. Su literatura desnuda va mas alla de su epoca para imponer un estilo de forma contundente en fondo y forma. No se puede ir mas lejos en los relatos Padre e hijo, Matricidio o La muerte del mago. Son modelicos. Como manifiesta en Opio a Csath le interesa mas una vida intensa que longeva. Se lanza sobre sus personajes como el cirujano trepana en la mesa de operaciones a la busqueda del tumor escondido en los rincones del alma.
Ediciones y Publicaciones El Nadir Tres SL 9788493560102
Los cuentos de Géza Csáth tienen magia, ácida profundidad y lirismo salvaje. En cada uno de ellos, de modernidad atemporal, se descubren ecos de escritores clásicos y modernos; la crueldad de Agota Kristof, la amarga ironía de Kostolanyi o la misoginia de Sándor Márai. Su literatura desnuda va más allá de su época para imponer un estilo de forma contundente en fondo y forma. No se puede ir más lejos en los relatos Padre e hijo, Matricidio o La muerte del mago. Son modélicos. Como manifiesta en Opio a Csáth le interesa más una vida intensa que longeva. Se lanza sobre sus personajes como el cirujano trepana en la mesa de operaciones a la búsqueda del tumor escondido en los rincones del alma.
Entre 1910 y 1912 Csáth se entrega a una doble adicción: sexo y drogas llevados al límite. Diario políticamente incorrecto sobre la atracción dominante de este pisquiatra y escritor por las mujeres, y su destruccion a causa de la morfina. Geza Csath cuenta en estos diarios la novela de su vida, una pequeña obra de arte que nada tiene que ver, o muy poco, con la etica o con la moral. Se trata de una autobiografia insolita, que transmite la experiencia del psiquiatra seductor en la busqueda del placer.
El conjunto de relatos que lleva por título "Cuentos que acaban mal", muestra sin tapujos las constantes omnipresentes de la obra de Csáth: el gozo negado y la muerte. Magia, ácida