Francia, principio de los años 50. Toda una generación de chicos huérfanos de la Segunda Guerra Mundial o abandonados por sus padres a causa de las dificultades de la posguerra han sido marginados por la sociedad y recluidos en frios y hostiles centros de menores. Gilbert Cesbron describe magistralmente en esta novela, que le catapulto a la fama, la vida cotidiana de un grupo de estos chicos recluidos en un correccional, sus intereses, aspiraciones y sufrimientos, su busqueda incesante de afecto y la construccion de su propia identidad a traves de las grandes dificultades que han de atravesar. Los chicos tienen a su lado al juez de menores Lamy, quien se ve llamado a la dificil tarea cotidiana de hacer que, en medio de un ambiente cargado de escepticismo y desesperanza, puedan emerger las semillas de generosidad, afecto y pureza que solo una mirada llena de compasion es capaz de descubrir en estos chicos. Escrito en un lenguaje crudo y directo, con tintes fuertemente dramaticos, el lector descubrira la actualidad tematica y estilistica de esta obra, de cuya primera publicacion se cumplen ahora 60 años.
Cinco personajes se presentan al juicio del lector. Por un lado, el doctor Schweitzer, protestante, quien por coherencia con sus principios deja a su mujer y a su hija en Silesia para construir un hospital en Gabón; y el padre Carlos, sacerdote católico, un hombre que no ha conseguido ninguna conversión, pero para quien el éxito de su tarea no se sitúa en el resultado, sino en la conciencia de pertenecer a Cristo. Por el otro, María, una mujer que busca el sentido de la vida, pero que no es capaz de traspasar el límite de su afectividad; Leblanc, fiel representante de ese pensamiento que considera al Estado como el único que puede definir la realidad; y Lieuvin, el militar que perdió la fe y que intenta responder a sus inquietudes llevando a cabo una magna obra de civilización, que se agota en sus propios límites. Es el drama del hombre occidental de nuestros días trasplantado a África donde, sin la protección de la mentalidad cotidiana aque lo convierte en rutinay banalidad, se pone de manifiesto en toda su realidad, obligando al lector a medirse con las posturas de estos hombres ante la vida y a decidir cuál de ellas es la más adecuada, por ser la más razonable.
Francia, principio de los años 50. Toda una generación de chicos huérfanos de la Segunda Guerra Mundial o abandonados por sus padres a causa de las dificultades de la posguerra han sido marginados por la sociedad y recluidos en frios y hostiles centros de menores.Gilbert Cesbron describe magistralmente en esta novela, que le catapulto a la fama, la vida cotidiana de un grupo de estos chicos recluidos en un correccional, sus intereses, aspiraciones y sufrimientos, su busqueda incesante de afecto y la construccion de su propia identidad a traves de las grandes dificultades que han de atravesar.Los chicos tienen a su lado al juez de menores Lamy, quien se ve llamado a la dificil tarea cotidiana de hacer que, en medio de un ambiente cargado de escepticismo y desesperanza, puedan emerger las semillas de generosidad, afecto y pureza que solo una mirada llena de compasion es capaz de descubrir en estos chicos.Escrito en un lenguaje crudo y directo, con tintes fuertemente dramaticos, el lector descubrira la actualidad tematica y estilistica de esta obra, de cuya primera publicacion se cumplen ahora 60 años.