En el fenómeno de dirigir, no existen reglas únicas ni modelos mágicos. Vivimos en un mundo diseñado por quienes lograron instalar sus propias reglas desde la contracorriente, a partir de sus emociones, sus vivencias y sus experiencias. Nada más valioso que gestar un mundo propio.Y eso tiene como origen la intuición y el sentido común, menoscabados desde lo académico por no poder encerrarlos como al conocimiento. El sentido común -nuestra historia corporal y social vivida- es un nivel superior, un nivel político. Es el ámbito de la estrategia.Las personas tienen emociones que las movilizan. Para dirigir, deben acudir a su capacidad de darse cuenta, de decidir, de alinear, de evaluar. Esas capacidades son las que permiten manejar la incertidumbre con variedad, evitando tener una única respuesta, un único resultado esperado, una única aspiración.No hay una única verdad para dirigir, ni modelos rígidos a seguir. No hay estilos de dirección adecuados para cada industria o sector: hay estilos de personas que dirigen a partir de sus emociones.La emoción de dirigir es un libro destinado a quienes desean diseñar los modelos, las teorías y las preguntas que les abran las puertas al liderazgo y la exploración de un espacio superior donde, claramente, no existen reglas.
Este es un libro de management, estrategia e innovación, pero con una salvedad: no contiene los típicos principios y claves de éxito para ejecutivos ansiosos que suponen que la creación de valor en el juego de los negocios es algo casi mágico. Si así fuera, los millones de empresarios que han leído en diferentes momentos y épocas al "maestro" de moda y tienen la esperanza de encontrar una receta milagrosa que les dé certeza y les facilite el camino al futuro serían ricos y sabemos que eso no es cierto. Porque es un absurdo pensar que hay o que habrá una respuesta única frente a la complejidad. Este libro está fervientemente escrito para quienes buscan claridad y exploran las nuevas realidades que le dan forma a la nueva lógica de los negocios, para quienes deciden o están a punto de decidir un cambio de rumbo y buscan una justificación acerca de por qué cambiar, para quienes abordan nuevos desafíos profesionales y necesitan un punto de partida. En ese sentido, esta propuesta no es una falsa promesa.
En Contracorriente, Guillermo Bilancio plantea que las empresas son víctimas de la conducción de empresarios que no entienden cómo transformarlas en generadoras de riqueza.
No hay otro culpable...
Este libro es para los especialistas en marketing, que van a disfrutar de los secretos de la realidad que viven y que no están en los manuales. Para los no especialistas, que descubrirán que el marketing es una actitud más que una ciencia, un arte o una técnica.