“En el verano de 1845, Edward Little era un muchacho de dieciséis años y la sangre inquieta.” Así se inicia la tumultuosa historia de los hermanos Edward y John Little. Forzados a huir de la pobre cabaña de los pantanos de Florida donde viven, marcados a fuego por un crimen familiar que los seguirá como pesadilla durante toda su vida, y en busca, como tantos otros desarraigados, del paraíso tejano, Edward y John se ven forzados a alistarse en los bandos opuestos de Estados Unidos y México que se disputan el territorio tejano. En esta narración épica, que explora los inquebrantables vínculos de la sangre, Blake revive, con una prosa vertiginosa y magistral, un tiempo y un lugar históricos sorprendentes y fascinantes, poblados de inolvidables personajes, de instintos oscuros, de sanguinarias venganzas y de sueños cercenados. “Blake nos presenta otra historia americana, la no oficial, la secreta, donde el nihilismo y la venganza están tan presentes como la esperanza y los ideales. Se puede vislumbrar algo de esta oscuridad en películas como las de Sam Peckinpah, Grupo salvaje, o Clint Eastwood, Sin perdón (...), pero raramente se encuentra en la ficción, y escasamente narrada con tan brutal elocuencia como en Sangre maldita.
Qué mejor manera de contar la epopeya de la revolución mexicana que metiéndose en la piel de Rodolfo Fierro, el compañero más fiel y irreductible de Pancho Villa. A través de sus ojos vemos desfilar la caótica historia del México de principios del siglo veinte, la grandiosa y triste odisea de unos revolucionarios tan idealistas como crueles. Es una visión muy negra, entre la realidad y la ficción, de la que brotan momentos de auténtica grandeza, donde destacan la devoción y el valor de hombres sin medida, que abrazaban con la misma fogosidad tanto a la vida como a la muerte. Una reflexión sobre el sentido que tiene la acción revolucionaria.
Novedad Abril 2001La franja de tierra que a lo largo de más de 300 kilómetros se extiende entre Estados Unidos y México constituye el escenario de los relatos de este libro. En esa cinta, desértica e