Javier Maqua

Se nos presentan dos obras teatrales del dramturgo Javier Maqua, polifacético artista que también ha ejercido como director de cine, televisión y teatro, adem&aac

En una residencia de ancianos va a celebrarse un festival benéfico para recaudar fondos. Uno de sus residentes, ventrílocuo retirado, tendrá que volver a actuar y, en su dormitorio, con Greta, su muñeca de tamaño natural, ensaya el viejo número que le hizo famoso en Hollywood. Una vivaracha enfermera interrumpe, de cuando en cuando, el ensayo, desatando los celos de la muñeca, que resulta respondona y difícil de controlar. El Gran Ortega parece tener manía persecutoria, teme que todo sea una añagaza para echarle de la habitación, teme que quieran separarle de Greta, en todas partes ve amenazas. Hace muchos años, una experiencia traumática y misteriosa le obligó a abandonar los escenarios y esconderse con su muñeca en este asilo... Al hilo de una anécdota que, para ilustrar la fiereza de la competencia entre ellos, circula entre los ventrílocuos -mientras un reputado maestro actúa, su rival más directo, oculto en el patio de butacas, habría dado voz al muñeco en el escenario y vuelto loco al maestro-, Triple garganta (en versión anterior, doble; ahora, triple, por culpa de Maxi Rodríguez) es, sobre todo, un divertimento, homenaje al teatro convencional y de magia, por donde van circulando los temas clásicos la pareja, de la identidad, de la eterna juventud...

Barth es un actor en paro de carácter plácido, un Bartleby moderno, pero auténticamente risueño; todo le hace gracia, se ríe de cualquier cosa y lo hace con una risa franca y contagiosa. Guish, su sufrida esposa, se enamoró de Barth por la franqueza de su risa y decidió reírse con él por toda la eternidad, en la pobreza y en la riqueza. En un casting de carcajadas, contratan a Barth para hacer risas enlatadas y doblar la risa de un famoso. Su éxito es colosal. En poco tiempo se convierte en el Hombre Risa, pero, en nombre del negocio, no puede decir quién es, poner cara a las risas; debe permanecer anónimo, clandestino, no reírse en público. El Hombre Risa es la sátira fáustica de un hombre que vende su risa a cambio de la felicidad.

Hace algún tiempo, el señorito Galán y dos compinches gastaron una broma de muy mal gusto a la solterona de Trevélez: una carta ¿de amor?, dirigida por Galán a Soledad, la criada de los Trevélez, fue desviada de su objetivo y enviada a doña Florita. Exultante, el ama aceptó los requerimientos amorosos que correspondían a la doncella y se enamoró del lechuguino. "Por el placer de una grosera carcajada -sentenció el hermano, al desvelar el engaño-, no han vacilado en amargar con el ridículo el fracaso de una vida. ¡Ver llorar a un ser que tanto quieres con unas lágrimas que ha hecho derramar usted sólo para reírse! No quiero más venganza sino que Dios, como castigo, llene de este dolor mío el alma de todos los burladores. Quedémonos en el ridículo; no demos paso a la tragedia." Y fin, se cerró el telón; del dolor de Florita, de los deseos insatisfechos de la fea burlada, nunca más se supo. De todo eso hace ya algún tiempo, lo contó don Carlos Arniches. Ahora, pasados muchos años, doña Flor y Soledad, el ama y la doncella, siguen viviendo juntas en "la casa del crimen". Y somos otro autor. Tergiversemos: hablemos de amor y de venganza. Quedémonos en la tragedia; no demos paso al ridículo.

El presente libro es una muestra más del interés y el compromiso con el que los psiquiatras eméritos continúan viviendo la temática que ha constituido la trama de su vida profesional, afortunadamente prolongada, asi como de su disposicion a seguir el proceso de la transmision historica de conocimientos y experiencia que caracteriza a los medicos y, concretamente, a los psiquiatras. Y tan importante como lo anterior, con la participacion de los profesionales que actualmente estan en las fronteras del conocimiento neurocientifico, el pasado encuentra proyecciones significativas en el futuro que se ponen de manifiesto en las ponencias y en los coloquios, evidentemente intergeneracionales.Finalmente, y por todo lo anterior, este es un buen sitio para dejar constancia del agradecimiento que debemos a Alfonso Ledesma por hacernos participes de su entusiasmo y constancia en el estudio de las fronteras de la investigacion cientifica mas avanzada, en los campos de la medicina y, mas concretamente, de la psiquiatria.

El 8 de enero de 1972 era fusilado Pedro Martínez Expósito, condenado a muerte tras asesinar a dos mujeres, y que se convertiría en el último ajusticado en España por delito civil. Un cuarto de siglo más tarde, un joven realizador de la comarca se interesaría por aquella historia en un documental de escaso presupuesto. Y poco después, un escritor y director de cine, de paso por la zona, se interesará a su vez por el documental y la histgroia en él narrada. Articulado alrededor de este juego de espejos, Fusilamiento (Instrucciones de uso) es el relato de una búsqueda que acabará implicando al lector, casi de un acecho, en las fronteras mismas entre la ficción y la realidad, cuando el criminal se convierte en víctima y el timepo diluye la verdad de los hechos. Y todo ello en un mundo donde la propia imagen de realidad también es cambiante y huidiza, y el miedo y la guerra llaman a las puertas. Con Fusilamiento (Instrucciones de Uso) Javier Maqua obtuvo el VIII Premio de Novela Ciudad de Badajoz

Javier Maqua (Madrid 1945) trabaja en ámbitos culturales tan diversos como el teatro, el cine, la televisión, la novela, el periodismo... Ha sido merecedor de los premios Nacional de Radiodifusión por el programa Encuentros y Ondas por la serie de televisión Vivir cada día. Para el cine ha escrito y dirigido Tú estás loco, Briones y Chevrolet, con la que la actriz Isabel Orgaz ganó el Premio a la Mejor Interpretación Femenina en el Festival de Moscú y el Goya a la Actriz Revelación. Ha sido también crítico de cine en el espacio de televisión Fila 7 y en numerosas revistas, desde Film Ideal hasta Cambio 16, y es autor de varios libros sobre teoría y crítica cinematográfica, entre los que destaca Introducción al docudrama: en las fronteras de la ficción. Como narrador ha publicado las novelas Uso de razón, Invierno sin pretexto (Premio Café Gijón de Novela). La mosca sin atributos y Padre e Hija. Los últimos balleneros de tierra adentro mereció el Premio NH de Cuentos. Siendo apenas una niña, Isabel se ve privada de sus progenitores -su padre acaba de ser fusilado y sobre su madre penden dos condenas de muerte- y obligada a vivir en Alcazarquivir con su tía Remedios, quien regenta allí el café Alambra. Una noche la adolescente decide vestirse como una mujer y bajar las escaleras que separan la vivienda de los salones del establecimiento: descubrirá así que el café e en realidad un prostíbulo repudiado por la buena sociedad, pero que cada noche congrega a los hombre más influyentes de la zona. A partir de ese momento, uno de ellos, Rafael Piannini, un rico estraperlista, no ocultará su interés por la muchacha. Amor africano es una novela tierna y desgarrada sobre la persistencia del amor en una sociedad hostil, y un testimonio inquietante y conmovedor de la vida cotidiana en el Marruecos colonial. Tras el exotismo de sus ambientes y personajes se agi

Siendo apenas una niña, Isabel se ve privada de sus progenitores -su padre acaba de ser fusilado y sobre su madre penden dos condenas de muerte- y obligada a vir en Alcazarquivir con su tía Remedios, quien regente alli el cafe Alhambra. Una noche la adolescente decide vestirse como una mujer y bajar las escaleras que separan la vivienda de los salones del establecimiento: descubrira asi que el cafe es en realidad un prostibulo repudiado por la buena sociedad, pero que cada noche congrega a los hombres mas influyentes de la zona. A partir de ese momento, uno de ellos, Refael Piannini, un rico estraperlista, no ocultara su interes por la muchacha."Amor africano" es una novela tierna y desgarrada sobre la persistencia del amor en una sociedad hostil, y un testimonio inquietante y conmovedor de la vida cotidiana en el Marruecos colonial. Tras el exotismo de sus ambientes y personajes se agita todo el mundo convulsionado de la postguerra española.

Viajero infatigable, Alí Gómez Abenamir, rico comerciante de Salónica, súbdito del sultán Selim III de la Sublime Puerta, ha dejado de sus periplos y expediciones abundante cartografía, ilustración y cronica puntillosa del menor suceso, intercambio o mercaderia, asi como numerosa informacion acerca de las sociedades locales, su organizacion, usos y costumbres, de sus edificios, sus mercados y obras de ingenieria, mostrandose en todo momento excelente observador.Sabemos que transito el laberinto de la Sublime Puerta,de Este a Oeste y de Norte a Sur, desde los valles mas hondos hasta las cimasque escalan el cielo, desiertos y vergeles, visitando hasta su ultimo rincon,pero tambien los paises europeos al otro lado de la Puerta, Granada, Roma, Paris,y, aun mas lejos, cruzando la charca atlantica, Nueva York y las islas del Caribe.

"Los recuerdos conservan siempre la capacidad de cambiar aun después de que el cerebro los haya captado y consolidado. La memoria sirve al futuro, no al pasado. Su fin ultimo no es recordar el pasado, sino poder usar mas adelante la experiencia en nuestro provecho."En estas paginas los recuerdos se convierten en ballenas, que son a la vez sueños o sinto-mas de locura. Ballenas que llenan la cabeza de los Uhagon, de Nena, de Roque -el unico prestidigitador manco del mundo- y de todos a los que les toco vivir aquel oscuro paisaje de posguerra, donde la imaginacion y los cuentos maravillosos, surgian del denso fango como ballenas que se resisten, a pesar de la sordidez y las sombras, a su ultima exhalacion.

De Catulo a Jean Genet, con parada y fonda en François Villon, el marqués de Sade o John Fante, la marginalidad ha convocado con agrado y contundencia a su musa. En las vidas de delicuentes, prostitutas, mendigos, asesinos, locos y desamparados de variado pelaje alienta una poesía de muchos quilates. Bajos fondos, extrarradios, mazmorras del vicio, noches bravas, claroscuros pasolinianos, sanatorios mentales: es la belleza del sumidero, de la que Javier Maqua extrae en Coches abandonados oro molido. Adaptada al cine con el título Chevrolet por el propio autor en el año 1997, y con los actores Mariola Fuentes, Manuel de Blas y Javier Albalá encarnado a los caracteres mencionados, Coches abandonados apunta en sus diez medidos cuadros algunos de los temas menos amables de nuestro opulento statu quo, la cara oculta del paraíso liberal y socialdemócrata: desde el racismo a la gertontofobia, pasando por la indiferencia hacia el hombre caído y la inhabitabilidad de la gran urbe.

Fue una infancia de monstruos reales y cuentos monstruosos; un moribundo eterno nos acechaba por todas partes, clavado a una cruz o con el pecho abierto y el corazón sangrante atravesado de puñales; crecimos rodeados de ballenas podres, de piratas tuertos, de manos de pato, de mendigos ciegos, de barquilleros mancos, de patas de palo, de muñones, de carencias, de tarados, de minusvalidos, de asientos reservados para caballeros mutilados. Un paisaje de posguerra, de supervivientes; de oscuros secretos, de silencio a voces, de fatalidad y de distintos modos de convivir con ella. Era el tiempo de la hipocresia, todos actores de la misma farsa, nada es lo que parece. ¿Que otra cosa podiamos hacer, entre las medias palabras, las luces, las sombras y los fuertes contrastes, sino fabricar con el fango de la realidad cuentos maravillosos, turbios folletines, relatos de misterio, un mundo imaginario poblado de monstruos alegres y ogros sentimentales? Tenian que ser, lo fueron, los mejores años de nuestra vida.