"La desgracia de nuestra sociedad opulenta, vertiginosa, estresada, es que no sabe bien qué es la felicidad". Para encontrar la felicidad es necesario creer en ella, tener fe. Una fe que no se inventa y que podemos encontrar resumida en las bienaventuranzas pronunciadas por Jesús en el Sermón de la montaña. Si la felicidad es una idea cristiana y parece haber perdido su sentido, ¿por qué no buscarlo en las enseñanzas de Cristo, presentado y actualizado en este libro por una de las grandes personalidades de la Iglesia?
En su última obra, el cardenal lustiger vuelve sobre el sentido teológico que tiene la pervivencia histórica del pueblo judío.En un momento dado de su reflexión, Lustiger llega a vincular dicho sentido teológico con la existencia y el destino del estado de Israel. Un libro sorprendente, que ha suscitado en Francia una viva polémica, pero cuyas virtudes son innegables.