En la historia de la literatura hubo mujeres que fueron la inspiración de grandes poetas. Baudelaire tuvo a Jeanne Duval, Rilke a Lou Andrea Salomé y Pasternak a Olga Ivinskaya. Para Yi Sang, Kumhong fue la fuente de una creación que marcaría la literatura coreana moderna. Las mujeres le causaron profundas heridas, pero le ayudaron a forjar un mundo literario nada convencional. Aun siendo una palabra de uso corriente, el término «ciudad» no deja de ser ambiguo. Alude, en efecto, a la vez a un concepto descriptivo que permite identificar una realidad material concreta y a un concepto interpretativo en la medida en la que evoca un conjunto de funciones sociales diversas, que hacen de la ciudad algo muy diferente a una empresa o a una escuela, por ejemplo. La importancia de esta distinción es esencial puesto que permite rechazar de entrada toda tentación de entrelazar automáticamente los dos niveles y abandonar la idea según la cual un modo de composición espacial, descrito en el plano de su materialidad, estaría ligado a un único tipo de interdependencia entre funciones o modos de vida.
La oración de Isabel de la Trinidad, joven carmelita que murió a la edad de 26 años en el Carmelo de Dijon, en 1906, y fue beatificada por el papa Juan Pablo II el 24 de noviembre de 1984, ha dado la vuelta al mundo. Esta oracion, dirigida al Dios trinitario de los cristianos, es una extraordinaria exposicion de su espiritualidad y un asombroso estimulo para la oracion personal. Solemos decir que la oracion es relacion, dialogo entre el hombre y su Dios, preguntas y respuestas reciprocas& x02026; Pero ¿que significa esta aproximacion cuando Dios es pluralidad, Trinidad? ¿A quien hemos de dirigirnos: al Padre, al Hijo o al Espiritu? ¿No es verdad que muchos cristianos tienen demasiado a menudo una percepcion excesivamente abstracta y conceptual de la oracion? JEAN REMY, sacerdote de la diocesis de Cambrai, afirma que el encuentro con & x0201C;su amiga Isabel& x0201D; cambio su vida. El comenta aqui la oracion Oh Dios mio, Trinidad a quien adoro con las palabras de sor Isabel, a las que añade sus reflexiones personales, fruto de un largo itinerario espiritual con ella. Como afirma en el Prologo sor Marie-Michelle de la Croix, priora del Carmelo de Dijon: "El camino hacia la union con Dios esta abierto a todos. Y cada uno es llamado a descubrir en su propia historia la