Mander trata algo tan monstruoso que es casi literalmente invisible para nosotros: cómo la "megatecnología" vacía a los seres humanos y aniquila todo lo natural. Presenta una argumentación absolutamente incontrovertible cuyas conclusiones son, a la vez, absolutamente insoportables. Basta con mirar nuestro aire y a nuestros compatriotas pehuenches. Este es tambien el pensamiento que ha llevado al prologuista a dedicar su fortuna a la creacion de un santuario natural y sustentable -el parque Pumalin-, en el sur de Chile- con las consecuentes sospechas y molestias suscitadas por ir en contra del actual modelo de "desarrollo".
Éste es el primer libro que plantea abiertamente la imposibilidad de transformar, reformar siquiera, el medio de comunicación de masas que ha revolucionado nuestra vida cotidiana: la televisión. Para Jerry Mander los daños corporales y mentales que la television produce, los peligros de control social que encierra y el tipo de realidad que nos impone son efectos propios de sus caracteristicas como tecnologia y son tan nocivos que deberia ser eliminada para siempre.
"Cuando enciendo la televisión, después de un rato tengo la sensación de que las imágenes están siendo vertidas en mí y que no hay nada que yo sea capaz de hacer al respecto". Con estas palabras Jerry Mander describe la forma en que la televisión hace prevalecer su propio ritmo visual e impone pasividad al espectador. Éste es un libro escrito por un profesional que ha trabajado mucho tiempo en la industria televisiva, que conoce sus entresijos y que ahora se ha convertido en uno de los críticos más importantes de este medio. En sus páginas el autor no sólo ofrece un estudio detenido de la forma en que las empresas y la programación televisivas afectan a nuestra sociedad y a nuestros hábitos, sino también ofrece líneas novedosas y creativas que apuntan a hacer de la televisión un medio de comunicación más democrático. Los aciertos de Mander en su análisis del papel central de la televisión en la aceleración del consumo y de su dependencia del mercado se deben a su consideración de la tecnología como ideología. Ésta no cambia a pesar de las sofisticadas innovaciones digitales o la seducción de la interactividad. Sobre la base de su amplia experiencia y de una cuidadosa investigación de los diversos aspectos del medio, el autor combina el análisis de los efectos cotidianos de la televisión con las advertencias acerca de los efectos dañinos que pueden ocasionarnos el abuso de la luz artificial, la manipulación de las imágenes y el siempre temido control de las conciencias. El resultado es un libro de denuncia, único en su género.